Policía y Concello denegaron la autorización a feriantes y músicos al no garantizarse la seguridad
Ni autos de choque, ni caballitos, ni orquestas que marquen el paso del baile a los vecinos del barrio de San Francisco se dejarán ver y oír durante este fin de semana. Finalmente, las fiestas de esta zona, que no viven su mejor momento tras años de haber sido uno de los grandes reclamos festivos de la ciudad, han quedado aplazadas y tendrán lugar el fin de semana del 18 de octubre. O al menos esa es la intención.
La media docena de feriantes que al mediodía de ayer aún esperaban poder levantar toldos y anclar atracciones en la calle de Peña Trevinca, a la altura de la estación del tren, tuvieron que ceder a la realidad y volver a sus casas. Eso sí, sin haber conseguido ingresar un sólo euro y además con una multa de la Policía Local de 200 euros por el estacionamiento de los vehículos. Aún no entendían muy bien qué había pasado, salvo que, si las fiestas se aplazaban, ellos volverían. "Qué vamos a hacer, tenemos que vivir", aseguraban resignados.
Todo parece ser el resultado de un papeleo con algunos errores o de un retraso sin aparente justificación, según la parte afectada que lo explique.
El organizador de las fiestas de este año, el promotor Richart, afirma haber cumplido con su parte, es decir, haber entregado en el registro municipal la documentación requerida.
"El 1 de septiembre presenté todo el papeleo pertinente para la fiesta. Pero al parecer y según me han comentado desde la Policía Local les llegaron los papeles con retraso desde Cultura y entonces, según me dijeron, ya no han tenido tiempo para inspeccionar la zona y, por lo tanto, autorizar la celebración de las fiestas". Richart se mostró afectado por esta anulación y pidió disculpas a los vecinos del barrio. "Pido perdón a la gente por lo que ha pasado, pero no ha sido culpa nuestra", aseguró.
Mostró su deseo de que todo esté listo para el 18 de octubre y de que "podamos hacer unas fiestas incluso mejores. La gente lo merece ya que además han puesto su dinero al igual que los establecimientos".
En cuanto a las orquestas contratadas, el organizador de las fiestas, aseguró que "no puedo aventurar cuáles vendrán, porque algunas de las que iban a actuar, ya tienen las fechas comprometidas para dentro de quince días".
Por su parte, desde el Concello aseguran que lo único que ha sucedido es que "los papeles presentados no estaban completos, " hubo una falta en la forma". Por lo que, según indican, el informe policial fue negativo al "desconocer cómo y dónde se iban a instalar las atracciones y los palcos". No se podía, según señalan, garantizar la seguridad. Por ese se emplazó al organizador a subsanar esos errores en los impresos.
En cualquier caso, la realidad es que este barrio ourensano se quedará de momento sin sus fiestas patronales, esperando poder celebrarlas en unas semanas. Habrá que esperar para ver si los vecinos se animan a participar.
