Alumnos y profesores del colegio Mestre Vide de la ciudad así como amigos de la familia secundarán hoy (19,30 horas) la concentración delante del recinto escolar para hacer un llamamiento que evite el traslado de Claudia, una niña de seis años, a Oviedo para vivir con su padre, después de que la guarda y custodia de la menor fuera otorgada al progenitor.
Este último alegó que la madre no facilitaba el contacto paterno filial y la Audiencia de Oviedo le dio la razón basándose en un informe del equipo psicosocial de menores que fue elaborado -según precisa el abuelo materno de la pequeña, José Manuel García Sobrado,- de forma sesgada y por personal no cualificado. García Sobrad, abogado de profesión, ha planteado ante la jueza de familia la oposición de la madre a la ejecución de la sentencia así como un incidente de inejecución en base a las consecuencias graves y los perjuicios que puede ocasionar a la menor. Para ello hacen valer, por ejemplo, un informe de la jefa del Departameno de Orientación del colegio Mestre Vide, Pilar Seoane. Esta última asegura que el traslado de la niña, desde el punto de vista emocional y académico, a estas alturas de curso, puede resultar perjudicial para Claudia no sólo por su arraigo en el centro, alejándola de sus amigos y compañeros, sino que en el plano escolar puede resultar nocivo para ella un cambio tan drástico'.
En este mismo informe no se aprecia, tal como afirma el equipo psicosocial de Oviedo, que la niña tenga un conflicto familiar debido a la presión emocional de la madre. 'Asume con total naturalidad la situación de separación de sus padres (...). No se percibe ninguna clase de conflicto'.
La niña está en paradero oculto (su madre le da clases en casa) ya que la jueza de Familia de Oviedo emitió una orden de ejecución que autoriza la entrada de la policía en cualquier domicilio en el que esté la menor, 'una medida de excepción de la peor de las dictaduras', valora su abuelo abogado.
En este mismo informe no se aprecia, tal como afirma el equipo psicosocial de Oviedo, que la niña tenga un conflicto familiar debido a la presión emocional de la madre. 'Asume con total naturalidad la situación de separación de sus padres (...). No se percibe ninguna clase de conflicto'.
La niña está en paradero oculto (su madre le da clases en casa) ya que la jueza de Familia de Oviedo emitió una orden de ejecución que autoriza la entrada de la policía en cualquier domicilio en el que esté la menor, 'una medida de excepción de la peor de las dictaduras', valora su abuelo abogado.
