TRIBUNALES

La familia de Milia pide 49 años de prisión para el acusado de su muerte

Sostiene que el farmacéutico no tuvo opción de defensa al ser apuñalado 


Hasta cuarenta y nueve años de prisión reclama el hermano y los sobrinos de Tomás Milia para el criminal que lo apuñaló mortalmente el 4 de octubre de 2013 en su vivienda de la calle Curros Enríquez. A diferencia del fiscal, quien plantea una condena de 33 años, el letrado que representa a la familia en primer grado eleva la pena porque considera que el procesado, Alexandru Marius Luca, cometió un delito de asesinato porque hubo "ánimo de matar y sin posibilidad de defensa", tal como se recoge en el escrito de acusación. Añade que el inculpado se valió de un cuchillo de cocina de 11,50 centímetros de filo para clavárselo con fuerza en el cuello en dos ocasiones. "A fin de asegurar el resultado de muerte que perseguía, propinó otra puñalada a la víctima en la región epigástrica de 10 centímetros de longitud y cinco centímetros de grosor". No obstante, el farmacéutico jubilado murió de forma inmediata a consecuencia de las dos primeras puñaladas.

Milia y el joven Alexandru Marius Luca, de 21 años, quien se dedicaba a la prostitución, habían pactado una relación sexual a cambio de dinero. Precisamente, el precio, tras consumar el acto sexual, fue lo que provocó la discusión en la que el jubilado perdió la vida.

Tras el crimen, la acusación particular y fiscal coinciden en la sucesión de hechos: el robo de seis relojes de oro valorados en 10.400 euros que estaban en el piso; posterior huida de la policía y regreso a la vivienda de la víctima para limpiar huellas y rastros, una labor que incluyó la quema del colchón y posterior incendio de la habitación.

El letrado que representa a la familia también eleva la petición para el delito de incendio a 20 años de cárcel (el fiscal pide 12) al estimar que puso en riesgo la vida de los moradores del número 4 de la calle Curros Enríquez, una finca con más de 20 pisos, todos ellos habitados.

Asimismo, hace mención a la pérdida de valor del inmueble afectado por el fuego: la vivienda pasó de los 350.000 euros en 2011 a un precio de venta de 200.000 en 2015, una vez reparados los daños por importe de 75.000 (la pérdida de valor ocasionada por el incendio ascendió a 225.000 euros).

Te puede interesar