Una concentración en la Universidad Laboral reclamó que la investigación se mantenga activa
La familia de Socorro Pérez, la mujer asesinada en mayo de 2015 cuando salió a hace deporte por el alto del seminario, se concentró ayer en el entorno de la Universidad Laboral, en donde trabajaba la víctima como limpiadora, para pedir que la investigación policial no se enfríe en un cajón. "Queremos recordar que é un crimen sin resolver e que non podemos olvidar que hai un asesino fóra", recordó Belén Conde, prima de Socorro.
La familia asegura que los padres no tienen información actualizada por parte de la Policía Nacional sobre cómo va la investigación. Y son poco optimistas: "Cremos que están esperando por si aparece algo algún día de casualidade", aseguró Conde, para poner en duda que la comisaría continúe a día de hoy con la investigación de forma activa.
Los allegados a la vecina de O Couto que murió el 2 de mayo a consecuencia de un fuerte traumatismo en la cabeza recordaron que la investigación falló desde el principio, ante la creencia inicial de los investigadores de que se trataba de un suicidio. "Non se buscou, de feito quen a encontrou foron amigos da familia", recordó la prima. Tampoco entiende que se mantenga el secreto de sumario cuando ya transcurrieron casi dos años del crimen.
Paula Rodríguez Pérez, otra de las primas de Socorro, asegura que poco a poco va perdiendo la confianza en una solución, recordando también que "se fixeron mal as cousas", en alusión a la tardanza en realizar ciertas pruebas e interrogatorios.
Fuentes de la Comisaría de As Lagoas matizaron ayer que la investigación continúa "sin escatimar ni en medios técnicos ni físicos para el esclarecimiento".
Socorro Pérez fue asaltada cuando corría por un hombre que, según considera la policía la pudo agredir sexualmente. Su cadáver apareció el 5 de junio, pero el tiempo transcurrido complicó la investigación.
