En el lavatorio de pies, el obispo destacó el mensaje fatimeño a un mes de que estas apariciones cumplan 100 años
En la tarde de ayer se celebró, en todos los templos diocesanos, la misa "In Coena Domini". En el transcurso de la misma tuvo lugar el lavatorio de los pies a un grupo de personas. En la Catedral, el obispo de Ourense, Leonardo Lemos, realizó este gesto tradicional a doce fieles, entre los que se encontraba, por segundo año consecutivo, una mujer.
En el primer templo diocesano presidió el obispo junto con el cabildo catedralicio. En el transcurso de la mañana, habían tenido en el mismo lugar la oración litúrgica de Laudos y el Oficio de Lectura.
En la misa, el obispo dirigió una homilía que comenzó recordando que dentro de un mes se celebrará el centenario de las apariciones de Fátima. Por eso, sus palabras giraron en torno al mensaje fatimeño.
"El Jueves Santo nos invita a vivir una doble realidad: el sacerdocio y la eucaristía, así como el mandato de la caridad", comenzó diciendo. "El mensaje de Fátima está muy vinculado a la eucaristía. Las Apariciones nos hablan de dos realidades: la adoración y la comunión y reparación".
Citando a la Hermana Lucía explicó "que interpreta las Apariciones dentro del misterio eucarístico como súplica por la conversión".
Finalmente, Lemos aludió a la caridad pidiendo el apoyo para los pobres y necesitados: "Los pastorcitos practicaron la caridad como acto de reparación por los pecados". Terminada la misa se procedió al traslado procesional de la Eucaristía hasta el monumento que, en la Catedral, se situó en la Capilla del Santo Cristo.
