El senador nacionalista Xosé Manuel Pérez Bouza ha instado a la Confederación Hidrográfica del Miño Sil que, por responsabilidad, obligue a Fenosa a presentar e implantar planes de emergencia en sus presas en Galicia.
Según el BNG, el Gobierno central ha reconocido, en respuesta a una pregunta de Pérez Bouza, que Fenosa aún no ha presentado los planes de emergencia de las presas Edrada-Mao y Vil, situadas en Ourense, a pesar de que están consideradas de máxima peligrosidad por la empresa eléctrica.
Así, la presa de Edrada-Mao, construida en 1978 y situada en los municipios de Parada do Sil y Montederramo, tiene una altura de 37 metros y una capacidad de 140.000 metros cúbicos. La otra es el azud de Vil. Los nacionalistas señalan que estos embalses ocupan el primer puesto en cuanto a riesgo potencial derivado de una posible rotura o funcionamiento incorrecto, que podría afectar gravemente a núcleos urbanos o a servicios esenciales, además de producir daños materiales o medioambientales muy importantes.
Sin sanción
El Gobierno central aseguró en su respuesta que, en todo caso, el titular de la presa es responsable de formular la propuesta de clasificación y de presentar, si procede, el plano de emergencia y las normas de explotación y de la implantación del mismo. Además, según la Administración, el hecho de que todavía falte presentar el plan de emergencia de dos presas no justifica el empleo de medidas excepcionales y de sanción para cumplimentar la tramitación requerida, precisó la nota. El senador del BNG consideró ilógico dejar en manos de las empresas todo el procedimiento de clasificación y de vigilancia, y criticó que esta situación se mantenga así, a pesar de que el Gobierno central reconoció en junio de 2007 la existencia de este problema.
Así, la presa de Edrada-Mao, construida en 1978 y situada en los municipios de Parada do Sil y Montederramo, tiene una altura de 37 metros y una capacidad de 140.000 metros cúbicos. La otra es el azud de Vil. Los nacionalistas señalan que estos embalses ocupan el primer puesto en cuanto a riesgo potencial derivado de una posible rotura o funcionamiento incorrecto, que podría afectar gravemente a núcleos urbanos o a servicios esenciales, además de producir daños materiales o medioambientales muy importantes.
Sin sanción
El Gobierno central aseguró en su respuesta que, en todo caso, el titular de la presa es responsable de formular la propuesta de clasificación y de presentar, si procede, el plano de emergencia y las normas de explotación y de la implantación del mismo. Además, según la Administración, el hecho de que todavía falte presentar el plan de emergencia de dos presas no justifica el empleo de medidas excepcionales y de sanción para cumplimentar la tramitación requerida, precisó la nota. El senador del BNG consideró ilógico dejar en manos de las empresas todo el procedimiento de clasificación y de vigilancia, y criticó que esta situación se mantenga así, a pesar de que el Gobierno central reconoció en junio de 2007 la existencia de este problema.