La tradicional ceremonia de Barbadás reunió a una gran cantidad de creyentes de la provincia
La ermita de San Benito de Cova do Lobo, ubicada en el concello de Barbadás, vivió una jornada marcada en el calendario por numerosos fieles, en la que se pudo retomar la tradicional celebración religiosa sin limitaciones, después de dos años marcados por las restricciones establecidas para poner freno a la pandemia.
Las misas comenzaron a las 6,00 horas, y ya desde la primera ceremonia la afluencia superó las expectativas de los párrocos, aunque la más multitudinaria fue la de las 10,00 horas, en la que se dieron cita cientos de creyentes.
Lo único que faltó este año fue la procesión, aunque en el interior de la capilla se pudo venerar al santo y acercarle el pañuelo, una tradición por la que los fieles bendicen la prenda para luego poder curar las verrugas y otras imperfecciones de la piel.
A pesar de no ser obligatorio, muchos de los presentes usaron sus mascarillas, como muestra de precaución ante el aumento de casos de covid que se están produciendo en todo el país.
También abundaron las protecciones contra el fuerte calor, como gorras y sombreros, ya que la jornada estuvo marcada también por las altas temperaturas que se registran estos días en todo Ourense.
Esta romería es una de la que más gente moviliza en toda la provincia, y también atrae a fieles de otros puntos de la comunidad, quienes además pudieron disfrutar del resto de actividades que tienen lugar en las inmediaciones de la ermita. Para reponer fuerzas no faltaron los puestos de comida, con la carne y el pulpo como protagonistas, de los que dieron buena cuenta los comensales.
