Fin de semana negro en materia de violencia de género. La Policía Local de Ourense detuvo en menos de 24 horas (entre la noche del sábado y el domingo) a cuatro hombres por este tipo de delitos en la ciudad, concretamente en las calles Virxe de Fátima, parque das Mercedes, estrada de Amoeiro y rúa do Progreso. Estas intervenciones provocan que este haya sido uno de los peores fines de semana en el año en cuestión de violencia machista en la ciudad.
Con todo, los juzgados ourensanos recibieron en el segundo trimestre del año un total de 177 denuncias por violencia de género, un 47% menos que en el mismo periodo de 2022, cuando se habían presentado 335. La gran mayoría (121) llegó a los juzgados a través de atestados policiales con denuncia de la víctima. Otras 44 denuncias se interpusieron por intervención directa policial.
De las 177 denuncias recibidas por violencia de género entre abril y junio, 44 eran de mujeres extranjeras (el 25%) y las 133 restantes, de españolas. La tasa de violencia de género (mujeres víctimas por cada 10.000 mujeres) en Ourense fue de 11,2, por debajo de la media gallega (12) y muy por debajo de la media nacional (19,2).
Además, la Policía Local de la ciudad tuvo que actuar en dos agresiones en la calle Doutor Fléming, que terminaron con la identificación de una de las personas implicadas. Además, los agentes tuvieron que detener a un joven de 26 años que estaba tirando vallas al medio de la calle Celso Emilio Ferreiro, causando daños a los vehículos que pasaban por la zona sobre las cinco y media de la madrugada del viernes. Además, también profirieron insultos y amenazas a los agentes, a los que también trató de agredir.
El BNG propondrá en el pleno de este mes de noviembre destinar los pisos propiedad del Concello de Ourense en As Burgas y rúa do Baño, concebidos inicialmente para el alquiler turístico como viviendas de emergencia temporal para víctimas de violencia machista. La formación nacionalista reclama la creación de una bolsa de vivienda para las víctimas, así como que el Concello intermedie entre arrendadoras y arrendatarias, avalando como institución, a las mujeres que sufren este tipo de violencia.
La edil nacionalista Erea Blanco señaló ayer que “moitas mulleres que sobreviven á violencia machista non teñen ferramentas básicas para garantir a súa independencia económica polo que acoden ás institucións para solicitar axuda e protección. Moitas delas non poden acceder a unha vivenda digna ou a un emprego alén de que moitas veces, as súas vidas quedan en precario, tendo que manter, en boa parte dos casos, tamén as súas crianzas”.
Desde el BNG entienden que “hoxe por hoxe, é máis importante garantir a seguridade das vítimas e que teñan acceso a todas as oportunidades. Unha das mellores saídas que poden ter estes pisos é o seu emprego como vivenda de emerxencia temporal para as vítimas”, y añadió, “agardamos contar co apoio do resto da corporación”.
