Las sendas de Montealegre y Valdorregueiro, que suman 2,2 kilómetros transitables y cuyas obras empezaron a finales del año pasado, permitirán a los ourensanos caminar sin peligro por varios puntos del extrarradio de la ciudad. La primera de ellas, la de Montealegre, transcurre por 1,2 km en el margen derecho de la OU-101, dando continuidad a la acera, hasta la marquesina de autobús. La segunda, algo más corta, comienza en el cruce de la OU-150 con la N-525 y transcurre por el margen derecho hasta finalizar en el puente sobre el arroyo.
Los dos trayectos tienen un ancho variable de 1,8 metros para garantizar la accesibilidad. Tienen elementos que permiten separarlas de las calzadas, como el borde de señalización sobreelevado, para garantizar la seguridad de los peatones. Durante los trabajos se aprovechó para reacondicionar la acera con hormigón y petril urbano.
La conselleira de Infraestructuras e Mobilidade, Ethel Vázquez, se trasladó ayer a la provincia para visitar el resultado de las obras. Vázquez quiso destacar en su visita la labor de la Xunta “no impulso da mobilidade sostible en Ourense”, en la que invirtió 1,6 millones de euros. Además, la conselleira adelantó que se realizará una pasarela peatonal de 60 metros que cubra los dos laterales de la calzada en la senda de Valdorregueiro.
Vázquez también fijó la finalización de los itinerarios de Rabaza, en Ponte Sevilla y en la avenida de Ponferrada, para finales de este mes de septiembre. Por otra parte, aseguró que las obras de la senda que conectará la ciudad de norte a sur empezarán a finales de este mes de septiembre en la avenida das Caldas y, ya en octubre, comenzarán en el Barbaña. Las vías peatonales estarán repartidas por la ciudad en 11 kilómetros, en los que la Xunta invertirá 10 millones de euros.
