José Francisco D.D. lleva en prisión desde que el 15 de septiembre el juez de guardia lo encarceló en relación al atraco perpetrado en la sucursal de Novagalicia Banco en A Mezquita, en donde, según el banco, robó 35.472 euros. Poco más de año después, se sentará en el banquillo de los acusados -el día 21- acusado de un delito de robo con intimidación y una falta de daños, por los que le fiscal reclama cuatro años de prisión y localización permanente durante siete días.
El supuesto ladrón fue objeto de una rocambolesca detención en la habitación del hostal de la calle Arenal de Madrid, un día después del asalto, en donde se alojaba. Al sentirse acorralado por la Policía Nacional esa misma mañana, se encerró en el aseo y comenzó a romper los billetes obtenidos en el robo y a tirarlos por el retrete, llegando a accionar la cisterna. Los agentes, según hicieron constar en el atestado policial, forzaron la puerta y lograron recuperar 27.831 euros en billetes que estaban esparcidos en el suelo, ocultos en sus zapatillas y calcetines e incluso introducidos en su propio cuerpo.
El atraco por el que será juzgado aconteció a las 08,30 horas del 12 de septiembre de 2012. En ese momento, sólo estaba en el interior la directora de la sucursal y el gestor comercial. Según el fiscal, antes de acceder a la oficina, rajó con un objeto punzante la rueda delantera derecha del vehículo propiedad de la directora para impedir cualquier persecución posterior.
Ya en el interior, tal como relataron la víctimas a las fuerzas de seguridad, les arrebató los teléfonos móviles y obligó a la mujer a introducirse en el cuarto de baño.
El atracador obligó a los empleados a abrir el dispensador de billetes, con un retardo de 10 minutos, lo que despertó por momentos la impaciencia del autor, quien también cerró la persianas de la oficina.
Toda vez que el dispensador se abrió, el ladrón se apoderó de 35.472 euros en billetes y algunas monedas, que introdujo en una bolsa.
El atraco por el que será juzgado aconteció a las 08,30 horas del 12 de septiembre de 2012. En ese momento, sólo estaba en el interior la directora de la sucursal y el gestor comercial. Según el fiscal, antes de acceder a la oficina, rajó con un objeto punzante la rueda delantera derecha del vehículo propiedad de la directora para impedir cualquier persecución posterior.
Ya en el interior, tal como relataron la víctimas a las fuerzas de seguridad, les arrebató los teléfonos móviles y obligó a la mujer a introducirse en el cuarto de baño.
El atracador obligó a los empleados a abrir el dispensador de billetes, con un retardo de 10 minutos, lo que despertó por momentos la impaciencia del autor, quien también cerró la persianas de la oficina.
Toda vez que el dispensador se abrió, el ladrón se apoderó de 35.472 euros en billetes y algunas monedas, que introdujo en una bolsa.
