Preocupación por los casos en los que niñas y jóvenes son víctimas de sus parientes o de personas del entorno de éstos

Los fiscales alertan de un incremento de los delitos sexuales en la familia

Los delitos sexuales comienzan a cercar el entorno familiar.
Médicos, fuerzas de seguridad, fiscales y jueces vienen advirtiendo con 'preocupación' que los delitos contra la libertad sexual tienen cada vez más como escenario 'los roles dominantes' que se suscitan en algunos núcleos familiares, o en las proximidades de los mismos. En el último año, la Fiscalía de Ourense emprendió diligencias penales por 42 agresiones sexuales, 47 abusos, 11 acosos y 20 supuestos delitos e pornografía infantil. En el apartado meramente estadístico, 'no se advierten grandes fluctuaciones en los últimos años, manteniéndose cierta estabilidad en el número de casos', señalan desde fuentes de la Guardia Civil.

Ahora bien, la homogeneidad de las cifras no es directamente proporcional a la de los contextos en las que se producen. 'Lo realmente preocupante -señalan desde la Fiscalía de Ourense- es que muchos de estos delitos tienen como víctimas a niñas o jóvenes dentro del ámbito familiar más o menos extenso'. En ciertas situaciones, la manifestación de la 'conducta sexual delictiva está ligada a una circunstancia personal o ambiental facilitadora'. Los abusadores conviven con sus víctimas dentro del mismo hogar o mantienen una cercanía demasiado estrecha con parientes o amigos de sus padres. 'Es común observar que el abusador de menores es un pariente de la víctima'. En todo caso, fiscales y jueces tienden a poseer una perspectiva más amplia porque 'con frecuencia este tipo de hechos no acostumbran a denunciarse directamente a la Guardia Civil o la Policía, sino que se acude a los juzgados'. Es más, no resulta extraño que, en primera estancia, sea un facultativo quien, tras una exploración médica o ginecológica, y hallando indicios de algún tipo de hecho delictivo, se dirija al juez.

Julio Jiménez, responsable de la delegación del Instituto de Medicina Legal de Galicia en Ourense, asegura que a veces 'los ginecólogos e incluso los médicos forenses que evaluamos a las presuntas víctimas advertimos cuadros clínicos irreconciliables con su edad. Pongo un ejemplo: estudiamos a una niña pequeña y detectamos que sufre una enfermedad de transmisión sexual. Ahí hay algo que no cuadra, e inmediatamente trasladamos el parte médico al juzgado, para que investigue un posible abuso'. Desde la Guardia Civil, advierten que este tipo de conductas tienden a reproducirse en mayor proporción 'en población de origen inmigrante'. Este verano, la Audiencia e acogió un juicio paradigmático, en el que un ciudadano colombiano estaba acusado de un delito continuado de abuso sexual, en relación a una menor a cuyo cuidado lo dejó la madre de la joven. Lo condenaron.

Te puede interesar