La fiscal 70 del área metropolitana de Caracas (Venezuela), Alexandra Herrera, presentó ayer en el Juzgado un escrito acusando a los jóvenes, Mervin Rujano Escobar y Manuel Brito Guerrero, de 23 y 27 años, del secuestro del empresario ourensano, Raimundo Reinoso, de 67 años. Ambos permanecen en la prisión de El Rodeo (Miranda), muy cerca del lugar en el que, según recoge el escrito de la fiscal, pudieron haber tirado el cadáver del empresario al río.
El fiscal, según daba a conocer ayer la prensa venezolana, solicita la apertura de juicio para que los dos jóvenes respondan por un presunto delito de secuestro.
Raimundo Reinoso fue secuestrado el pasado 26 de febrero cuando se dirigía a abrir su taller mecánico en Caracas después de tenerlo cerrado 15 días a causa de una operación de próstata. Los raptores se lo llevaron en su coche, que abandonaron más tarde. El 3 de marzo solicitaron más de 150.000 euros de rescate a la familia, que se dispuso a reunir el dinero pero no volvió a saber nada de los raptores.
Los dos jóvenes fueron arrestados el 30 de julio cuando comparecían en un juzgado por otra causa y confesaron que habían tirado a un río el cadáver del empresario después de dispararle. El cuerpo del empresario no apareció en los rastreos que realizó la Policía, que aunque halló un cadáver no logró certificar que éste era del empresario.
Raimundo Reinoso fue secuestrado el pasado 26 de febrero cuando se dirigía a abrir su taller mecánico en Caracas después de tenerlo cerrado 15 días a causa de una operación de próstata. Los raptores se lo llevaron en su coche, que abandonaron más tarde. El 3 de marzo solicitaron más de 150.000 euros de rescate a la familia, que se dispuso a reunir el dinero pero no volvió a saber nada de los raptores.
Los dos jóvenes fueron arrestados el 30 de julio cuando comparecían en un juzgado por otra causa y confesaron que habían tirado a un río el cadáver del empresario después de dispararle. El cuerpo del empresario no apareció en los rastreos que realizó la Policía, que aunque halló un cadáver no logró certificar que éste era del empresario.
