Restan escasamente 10 días para que concluya el plazo comprometido por el Ministerio de Fomento (el 31 de marzo) para licitar el conocido como 'macrocontrato' del AVE gallego. Se trata de una licitación de 6.000 millones de euros que, por este elevado importe, ha generado también rechazo en medios de comunicación y círculos económicos madrileños, que consideran que el AVE gallego se podría posponer hasta épocas de bonanza económica. Ante estas críticas, el ministro José Blanco ha comprometido su cargo en defensa de la línea.
Fomento ha optado para este tramo por un sistema de colaboración público-privada de cara a completar las obras pendientes entre Olmedo y Ourense. Se trata de un tramo de 329 kilómetros, cuyo estado de tramitación es muy diverso. De hecho, hay algunas partes que están ya en obras, mientras otras se encuentran en sus trámites iniciales.
Así, el trazado entre Olmedo y Lubián (226 kilómetros) tiene ya la plataforma ferroviaria en avanzada ejecución. No obstante, todavía está pendiente de contratación la vía y las instalaciones eléctricas, de seguridad y control o telecomunicaciones, entre otras.
El tramo entre Lubián y Vilar de Barrio (62,6 kilómetros) es el más complejo de toda la línea, con 12 túneles que suman 52 kilómetros y que suponen un coste de 2.400 millones de euros. El trazado cuenta ya con los proyectos constructivos terminados, pero están pendientes las complejas obras.
Los 22,2 kilómetros entre Taboadela y Vilar de Barrio cuentan ya con las obras adjudicadas desde el pasado verano (si bien sólo han comenzado los trabajos en uno de los tres subtramos en los que se divide). El resto de las instalaciones están también pendientes.
Mientras, el trazado entre Taboadela y Ourense no cuenta ni con la declaración de impacto ambiental ni con aprobación definitiva del estudio informativo, trámites necesarios para poder sacar a contratación los proyectos de construcción. No obstante, el Ministerio de Fomento ya ha iniciado este paso, con el fin de ir acelerando la línea, mientras espera por los dos anteriores. De hecho, este retraso en la tramitación había generado dudas de si este tramo podría integrarse en la 'macrolicitación', al no contar con los estudios concluidos, pero Fomento sostiene que sí.
La premura del ministerio por licitar este contrato antes del 31 de marzo responde al objetivo de poner en marcha la conexión con la Meseta en 2015, aunque esta fecha es muy difícil de cumplir, teniendo en cuenta la complejidad del tramo de Lubián.
Además, el 'macrocontrato' incluirá el mantenimiento de la línea ferroviaria durante 25 años. De hecho, este último apartado de la concesión afecta también a la línea entre Ourense y Santiago, pero no a las obras.
De hecho, este tramo está en avanzada ejecución, que comenzó en 2005 y concluirá, si se cumple lo previsto, a finales de 2011. Así, la mayor parte de la línea cuenta ya con la plataforma acabada, y en muchos tramos están también instaladas las vías y los postes de electrificación. También están en trámite también las instalaciones de telecomunicación, protección y seguridad o detectores de caída de objetos, así como las subestaciones que abastecerán de energía eléctrica al tren.
Así, el trazado entre Olmedo y Lubián (226 kilómetros) tiene ya la plataforma ferroviaria en avanzada ejecución. No obstante, todavía está pendiente de contratación la vía y las instalaciones eléctricas, de seguridad y control o telecomunicaciones, entre otras.
El tramo entre Lubián y Vilar de Barrio (62,6 kilómetros) es el más complejo de toda la línea, con 12 túneles que suman 52 kilómetros y que suponen un coste de 2.400 millones de euros. El trazado cuenta ya con los proyectos constructivos terminados, pero están pendientes las complejas obras.
Los 22,2 kilómetros entre Taboadela y Vilar de Barrio cuentan ya con las obras adjudicadas desde el pasado verano (si bien sólo han comenzado los trabajos en uno de los tres subtramos en los que se divide). El resto de las instalaciones están también pendientes.
Mientras, el trazado entre Taboadela y Ourense no cuenta ni con la declaración de impacto ambiental ni con aprobación definitiva del estudio informativo, trámites necesarios para poder sacar a contratación los proyectos de construcción. No obstante, el Ministerio de Fomento ya ha iniciado este paso, con el fin de ir acelerando la línea, mientras espera por los dos anteriores. De hecho, este retraso en la tramitación había generado dudas de si este tramo podría integrarse en la 'macrolicitación', al no contar con los estudios concluidos, pero Fomento sostiene que sí.
La premura del ministerio por licitar este contrato antes del 31 de marzo responde al objetivo de poner en marcha la conexión con la Meseta en 2015, aunque esta fecha es muy difícil de cumplir, teniendo en cuenta la complejidad del tramo de Lubián.
Además, el 'macrocontrato' incluirá el mantenimiento de la línea ferroviaria durante 25 años. De hecho, este último apartado de la concesión afecta también a la línea entre Ourense y Santiago, pero no a las obras.
De hecho, este tramo está en avanzada ejecución, que comenzó en 2005 y concluirá, si se cumple lo previsto, a finales de 2011. Así, la mayor parte de la línea cuenta ya con la plataforma acabada, y en muchos tramos están también instaladas las vías y los postes de electrificación. También están en trámite también las instalaciones de telecomunicación, protección y seguridad o detectores de caída de objetos, así como las subestaciones que abastecerán de energía eléctrica al tren.
