El tramo en que es obligatorio reducir la velocidad comienza en el kilómetro 571, nada más rebasar Casardomato, y se mantiene por toda la ciudad
Los conductores ya no podrán acceder a la ciudad por la carretera N-120 circulando a 100 kilómetros a la hora, al llegar al barrio de O Pino. El Ministerio de Fomento acometió estos días una reorganización de la señalización vertical, que conllevó la instalación de paneles que limitan la velocidad a 50 kilómetros con el objetivo de reducir la siniestralidad que se registra en la zona.
El tramo en que es obligatorio reducir la velocidad comienza en el kilómetro 571, nada más rebasar Casardomato, y se mantiene por toda la ciudad. Hasta ahora, los conductores tenían permitido circular a 100 kilómetros casi hasta la altura de la estación de autobuses, ya en el casco urbano.
La reorganización de la señalización era una vieja reivindicación de la asociación de vecinos As Termas, cuyo presidente Ángel Gómez, mostró satisfacción con la mejora, argumentando que redundará en la seguridad vial. A su entender, los accidentes de circulación se registraban prácticamente a diario, sobre todo salidas de vehículos de la calzada.
La nacional discurre en la zona con dos carriles en un mismo sentido, a los que hay que sumar un tercero para acceder al barrio de O Pino y urbanizaciones que hay en una de las márgenes, junto a la estación de autobuses.
Ahora, el colectivo vecinal, que en los últimos años remitió varios escritos a Fomento alertando de la situación y reclamando medidas de seguridad, tiene previsto solicitar que se establezcan controles de velocidad a lo largo del tramo limitado a 50 para obligar a los conductores a respetar la señalización. La citada nacional registra una elevada intensidad circulatoria en esa zona, al ser una de las principales entradas a la ciudad desde las comarcas de O Carballiño y Ribadavia, además desde la autovía Rías Baixas.
