La formación académica es considerada fundamental de cara a la reinserción social, de ahí el esfuerzo del profesorado de la prisión de Pereiro de Aguiar en captar a internos para sus aulas. Los distintos ámbitos de la formación (reglada y cursos de for mación-empleo) ocuparon este último curso a 257 presos, lo que representa el 64% de la población reclusa. Los estudiantes de la unidad docente para adultos cerraron ayer el curso académico con una fiesta extraescolar en la que ya no hubo deberes.
Como todo colegio que se precie, la unidad docente de la cárcel de Pereiro de Aguiar también cerró el curso en el día de ayer. Y, como todo colegio que festeja la llegada del fin de curso, los alumnos del penal también tuvieron una función extraescolar con actuaciones musicales (Odaiko y Percusión Group).
La formación reglada (alfabetización, clases para extranjeros, ESO y tutorías de Bachillerato) contó este último curso académico con un matrícula inicial de 137 alumnos de los cuales llegaron hasta el final 115. En estos momentos, un 64% por ciento de la población reclusa (257 internos) está participando en algún tipo de formación, ya sea académica o en la categoría de inserción laboral.
El director de la prisión ourensana, Juan Carlos Salvador, está satisfecho con este porcentaje pero aún cree que puede llegar a más porque, según precisa, es una de las apuestas más importantes en cuanto a objetivos. Y ello porque aún hoy el nivel de instrucción de la población reclusa es medio-bajo. Por eso, cuando en la cárcel de Pereiro detectan algún caso de analfabetismo se considera imprescindible que el preso en cuestión vaya a la escuela. Un hecho que la junta de tratamiento tiene en cuenta a la hora de evaluar el seguimiento del interno. De hecho, estar en algún programa de formación siempre juega a su favor a la hora de obtener recompensas (informes favorables).
Según valora el director, la formación integral es uno de los pilares básicos del cumplimiento de condena cara a la reinserción.
El colegio de Pereiro (una unidad de Educación Permanente de Adultos) oferta a su alumnado actividades extraescolares en virtud de un convenio con el Concello de Ourense. Excursiones trimestrales, conferencias o sesiones de vídeo-forum son algunas de las actividades de la programación académica.
La unidad de Pereiro está a cargo de un director, Manuel Víctor Rodríguez Pardo, y seis profesores, todos ellos dependen de la Consellería de Educación.
Por su parte, los cursos oficiales de formación están promovidos por el propio penal, a través del organismo autónomo de empleo y el Inem. Este año se promovieron clases de pintura de edificios, alicatado, limpieza, jardinería, informática, manipulador de alimentos, conductor de carretillas elevadoras, orientación laboral y monitor deportivo (15 internos cada uno).
La formación reglada (alfabetización, clases para extranjeros, ESO y tutorías de Bachillerato) contó este último curso académico con un matrícula inicial de 137 alumnos de los cuales llegaron hasta el final 115. En estos momentos, un 64% por ciento de la población reclusa (257 internos) está participando en algún tipo de formación, ya sea académica o en la categoría de inserción laboral.
El director de la prisión ourensana, Juan Carlos Salvador, está satisfecho con este porcentaje pero aún cree que puede llegar a más porque, según precisa, es una de las apuestas más importantes en cuanto a objetivos. Y ello porque aún hoy el nivel de instrucción de la población reclusa es medio-bajo. Por eso, cuando en la cárcel de Pereiro detectan algún caso de analfabetismo se considera imprescindible que el preso en cuestión vaya a la escuela. Un hecho que la junta de tratamiento tiene en cuenta a la hora de evaluar el seguimiento del interno. De hecho, estar en algún programa de formación siempre juega a su favor a la hora de obtener recompensas (informes favorables).
Según valora el director, la formación integral es uno de los pilares básicos del cumplimiento de condena cara a la reinserción.
El colegio de Pereiro (una unidad de Educación Permanente de Adultos) oferta a su alumnado actividades extraescolares en virtud de un convenio con el Concello de Ourense. Excursiones trimestrales, conferencias o sesiones de vídeo-forum son algunas de las actividades de la programación académica.
La unidad de Pereiro está a cargo de un director, Manuel Víctor Rodríguez Pardo, y seis profesores, todos ellos dependen de la Consellería de Educación.
Por su parte, los cursos oficiales de formación están promovidos por el propio penal, a través del organismo autónomo de empleo y el Inem. Este año se promovieron clases de pintura de edificios, alicatado, limpieza, jardinería, informática, manipulador de alimentos, conductor de carretillas elevadoras, orientación laboral y monitor deportivo (15 internos cada uno).
