SUCESO

Un fuego provocado destapa un caso de violencia de género

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photo_camera El primer piso, con los cristales rotos, fue el afectado por el incendio.

La policía investiga si el autor del incendio es el marido de la inquilina, aunque no vivía en esa casa

A media tarde de ayer el Servicio de Atención a la Familia (SAF) de la Comisaría de Ourense detenía al marido de la inquilina del piso de la calle Río Tuño que ardió a primera hora de la mañana de ayer. La Policía Nacional le imputa un delito de maltrato a tenor de la denuncia presentaba por su exmujer, con la cual ya no convive desde hace meses. Según fuentes policiales, está previsto que pase a disposición del juzgado de guardia, que decretó el secreto de las diligencias, a lo largo del día de hoy.

Pero la Policía también investiga si el detenido es el autor del incendio que calcinó el primer piso (letra E) del número 2 de la calle Río Tuño pocos minutos después de las nueve de la mañana. El fuego, que comenzó cuando no había moradores en el piso, fue provocado, según determinó la Policía Científica, que acudió al lugar de los hechos a requerimiento de los servicios de extinción. Los bomberos encontraron acelerantes de la combustión que apuntan directamente a que las llamas no habían sido fortuitas. La puerta tampoco apareció forzada.

Aunque el incendio comenzó en el pasillo de la casa, en donde fue atajado, los agentes detallaron distintos focos principales repartidos por todo el piso (con tres habitaciones, otros tantos baños, una cocina y un salón). Según fuentes policiales, había líquido inflamable (aceite mezclado con otro compuesto enviado al laboratorio), en distintos puntos. El perro de la casa fue rescatado sano y salvo ya que la puerta del salón se encontraba cerrada y eso evitó que se viera afectado por el humo directo.

Una llamada vecinal alertó al servicio de emergencias 112 a las 09,04 horas de ayer al comprobar cómo salía humo del primer piso. Hasta el lugar se desplazaron dos unidades de los bomberos: una bomba urbana ligera (bull) y la autoescalera. Los efectivos de extinción tuvieron que acceder por la fachada del inmueble en tanto que las inquilinas, una mujer y su hija adolescente, no se encontraban en casa.

La madre llegó poco después ya que se encontraba trabajando en un supermercado cercano. Y también poco después contó que su exesposo, un exguardia civil de 47 años, la había maltratado, por eso no convivía con él desde hacía tres meses. Por esta razón, la denunciante se trasladó con su hija más pequeña a un piso de alquiler. n
 

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