¿Debe cambiar la función pública? ¿Están bien considerados los funcionarios en la sociedad? ¿Hay que introducir criterios de productividad en los salarios de los empleados públicos? Todas estas cuestiones y algunas más centraron el debate del programa 'Punto crítico' de Telemiño. Representantes de partidos políticos y funcionarios compartieron muchos de los argumentos, como la importancia del trabajo del funcionariado para el buen funcionamiento de los servicios públicos y del Estado del bienestar.
A pesar de las discrepancias sobre las actuaciones de los distintos partidos políticos, tanto María Quintas como Tereixa Paz y Belén Iglesias coincidieron en la necesidad de que la productividad se establezca según criterios objetivos, de eficacia y consensuados, ya que en la actualidad 'depende da arbitrariedade dos xefes de servizo', señaló la representante nacionalista.
La imagen que la sociedad tiene de los empleados públicos fue otro de los puntos que abordaron los invitados. Sobre la cierta impopularidad que tiene este colectivo, el miembro de UGT Miguel Martínez aseguró que 'el problema no son las condiciones laborales de los funcionarios, sino que a lo mejor es que no se cumplen las condiciones del resto'. A su juicio, poner en duda la labor de los empleados públicos puede conllevar el riesgo de cuestionar también los servicios públicos. 'Cuando se habla de que una empresa hace un servicio por menos dinero o se reduce la calidad o se explota a la gente', aseguró. En este sentido se pronunció también la maestra Manuela Casal, que alertó de que la privatización de servicios 'acabámola pagando todos, xa que cando a empresa vai mal, papá Estado volve ingresar cartos nela e son de todos'.
Así las cosas, el debate adquirió finalmente un cariz de defensa de los servicios públicos. Para Tereixa Paz, 'toda a reducción de orzamentos da Xunta en sanidade, educación e políticas sociais pode estar vencellada cun premeditado deterioro dos servizos públicos para a súa privatización', algo que negó Belén Iglesias.
La imagen que la sociedad tiene de los empleados públicos fue otro de los puntos que abordaron los invitados. Sobre la cierta impopularidad que tiene este colectivo, el miembro de UGT Miguel Martínez aseguró que 'el problema no son las condiciones laborales de los funcionarios, sino que a lo mejor es que no se cumplen las condiciones del resto'. A su juicio, poner en duda la labor de los empleados públicos puede conllevar el riesgo de cuestionar también los servicios públicos. 'Cuando se habla de que una empresa hace un servicio por menos dinero o se reduce la calidad o se explota a la gente', aseguró. En este sentido se pronunció también la maestra Manuela Casal, que alertó de que la privatización de servicios 'acabámola pagando todos, xa que cando a empresa vai mal, papá Estado volve ingresar cartos nela e son de todos'.
Así las cosas, el debate adquirió finalmente un cariz de defensa de los servicios públicos. Para Tereixa Paz, 'toda a reducción de orzamentos da Xunta en sanidade, educación e políticas sociais pode estar vencellada cun premeditado deterioro dos servizos públicos para a súa privatización', algo que negó Belén Iglesias.
