DIFUNTOS

Las funerarias no temen las nuevas normas de la Iglesia

Ourense. 26-10-2016. Cementerio de San Francisco. Paz
photo_camera Vista del cementerio de San Francisco, situado en la calle Estrada da Granxa.

El número de incineraciones crece cada año en la provincia, aunque aún tiene más peso la inhumación

Las empresas funerarias de la provincia no se verán afectadas por la decisión de la Iglesia Católica, que prohíbe desde el pasado martes dispersar las cenizas en el aire y agua o su conversión en recuerdos conmemorativos comos piezas de joyería. "A noticia sorprendeume pero non nos vai afectar. Ímos facer o que nos pida o cliente, independientemente do que diga a Iglesia", destacó el presidente de la Asociación Provincial de Empresas Funerarias de Ourense, Antonio García-Aliende García. "Se un familiar me di que quere incinerar ao seu difunto e telo na súa casa, eu voulle levar as cinzas á casa. Ninguén se vai opoñer á persona que lle vai pagar. Eso sería absurdo. Nos o que temos son negocios polo que facemos o que nos pida o cliente", añadió. 

La cremación es una tendencia funeraria en alza en la provincia aunque la inhumación tiene más peso. En lo que llevamos de año, se relizaron más de 400 cremaciones. "Máis do 10% dos servizos funerarios ofrecidos ó ano son incineracións", indicó Aliende. Una cifra en aumento al estar más aceptada esta práctica. "Fai 20 anos, a incineración era unha noticia. Agora, en calquera bisbarra da provincia, que o fagan parécelle a todo o mundo normal. Desde el Obispado de Ourense también destacan el incremento del número de incineraciones. "Cada vez son más las personas que se incineran después de la muerte", indicó el delegado de Medios del Obispado, Jorge Estévez

En este sentido, la doctrina católica acepta la cremación pero determina que los restos de los creyentes fallecidos deben depositarse en un lugar sagrado. "El documento, que habrá que estudiar con detalle, no prohíbe la incinerarición.  Lo que se pide a los católicos es que no tengan las cenizas en casa ni esparcirlas. Incluso hacían joyas. Esto es lo que se prohíbe", matizó Estévez. La empresa suíza Algordanza Ibérica ofrece un nuevo servicio funerario convirtiendo las cenizas en diamantes. "Operamos en toda península y hemos registrado clientes en Ourense. Lo normal es la obtención de entre dos o tres diamantes por persona", indicó su fundadora, Yasmin De la Vega. Todo ello por un recio a partir d elos 4.000 euros. Uno de los puntos del documento recoge que si una persona deja establecido, en vida, que después de la incineración quiere que sus cenizas se esparzan o se depositen en otros sitios no permitidos por la iglesia, se le negaría el funeral solemne, "pero esto no significa que no se pueda rezar o tener una misa por ese difunto", puntualizó Estévez. Afirma que en la provincia no existe la costumbre de depositar las cenizas en criptas. "Aquí no conozco ninguna, aparte de los cementerios, concluyó Estévez. 

Te puede interesar