POLÉMICA

El futuro de Física enfrenta a conselleiro de Educación con el alcalde

Cruce de reproches entre Vázquez y Fernández en un tenso acto público

Sonrientes, trajeados y perfectamente imbuidos del espíritu cultural de lo que supone una Feria del Libro, comenzaron el conselleiro de cultura, el popular Jesús Vázquez, y el alcalde de la ciudad, el socialista Agustín Fernández, su encuentro en la mañana de ayer, sin sospechar aún el tenso final que estaba escrito. Como suele ocurrir en los libros, la trama se complicó y surgieron los conflictos entre personajes, en una mezcla de géneros un tanto errática, y por momentos, con graves defectos de documentación.

Así, del amable prólogo de lo bonito e importante que es leer y de las sonrientes aprobaciones con la cabeza del uno hacia el otro, los dos protagonistas de la historia pasaron, sin darse cuenta y casi sin querer, al nudo de la trama, con un tono ya mucho más profundo y dramático, guiados por una pregunta: "¿Va a hacer gestiones, señor conselleiro, para implantar ingeniería física en Ourense?"

Jesús Vázquez tomó la palabra y a medida que iban transcurriendo los minutos, el nivel de tensión se incrementaba: "Que o tema quede claro, a Xunta apoia aos campus periféricos. E o que se está facendo é dano á imaxe do Campus e á imaxe da Universidade, e o fai un grupo pequeno de persoas. A aplicación do grao non é decisión do conselleiro". Con tono digno de un héroe de libro, espetó: "Non vou permitir que se tente manchar o meu nome".

Ahí es donde el segundo protagonista aprovechó el silencio para iniciar un contraataque, aunque los argumentos se le entremezclaron un poco. No dudó el alcalde en colocarse la coraza de dureza del héroe y aseverar, sin atisbo de duda, que "o Concello estará vixiante e sempre ao lado dos veciños, apoiando a titulación. Esperamos que non sexa un engano coma a estación do AVE ou o Arqueolóxico (aquí sufrió una ligera confusión de años y fechas)". Y apuntó, dramático: "Sempre pagamos os platos rotos da crise en Ourense. Se fose cousa do Concello xa estábamos na Fiscalía".

Se intuía un final, pero ¿cuál? Entonces el conselleiro, moviendo la cabeza de izquierda a derecha, mirando al alcalde, lo escribió: "Alcalde, non é momento de facer discursos políticos, nin imos entrar eiquí nun debate". Y repitió explicación por si alguien no la había entendido aún: "Teñen que presentar resposta as alegación da Acsug". Como no era novela negra, más bien tragicomedia, un apretón de manos marcó el final.

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