La artista Alba Veloso vivió el infierno del comienzo de la ofensiva de Israel contra objetivos de Hamas

Gaitas contra fusiles en Gaza

Alba Veloso contempla ahora más tranquila en su casa de Xinzo el conflicto en Oriente Medio. (Foto: Xesús Fariñas)
La gaiteira de Xinzo Alba Veloso vivió el inicio del bombardeo aéreo del Ejército de Israel contra Gaza. Viajó a Oriente Medio como integrante de la Banda de Gaitas de Candás (Asturias) para participar en varios conciertos que había organizado la Asociación de Mujeres Artistas, pero lo que inicialmente se presentaba como una aventura acabó siendo una pesadilla. ‘Para protestar contra los controles militares a que fuimos sometidos llegamos a tocar en una carretera con seis soldados apuntándonos’, asegura.
Un infierno. Así resumía Alba Veloso, una de las gaiteiras de la Banda de Gaitas de Xinzo, la experiencia vivida los pasados días 26 y 27 en el territorio palestino de Gaza a raíz de la ofensiva israelita contra Hamas. Se desplazó a Oriente Medio acompañando a la Banda de Gaitas de Candás (Asturias) para participar en los conciertos organizados por la Asociación de Mujeres Artistas. La banda de gaitas asturiana no tenía disponible un percusionista, una persona que tocara la caixa ‘y, como tenemos buena relación, me pidieron que los acompañara’, comenta Veloso.

El viaje se presentaba con una aventura y la joven gaiteira hizo las maletas el domingo 21 de diciembre para ofrecer, junto con los músicos asturianos, su primer concierto en Jericó. ‘Todo discurrió con normalidad, pero me sorprendió que hubiera muy poco público en todas las actuaciones’, señala.

Tras Jericó, actuaron en las ciudades de Belén, Hebrón, Nabulús y Ramalah, lugares en que Alba Veloso tuvo tiempo para conocer personas e incluso interesarse por los problemas de los palestinos. ‘Nos decían que lo único que hacían era trabajar, comer y dormir. Con el muro que construyó Israel te da la sensación de que estás encerrado. Es como si estuvieras preso’, añade.

El concierto de Nabulús ya no lo pudo finalizar a causa de los bombardeos. ‘No sentí miedo, pero si mucho respeto por todo. Lo pasé fatal. Nos llevaron corriendo al hotel para recoger el equipaje y salir de aquel infierno. A las dos horas de marcharnos, el lugar en el que estábamos fue declarada zona militar restringida’, recuerda Alba Veloso.

El grupo aún tenía por delante varias actuaciones incluida una en Tel-Aviv, pero la organización, consciente de la situación, nos recomendó un lugar seguro. ‘En Hebrón, eran tantos los controles militares y la presencia de soldados armados que llegamos a tocar en una carretera como medida de protesta. Al vernos, seis solados se subieron a una torreta de control y nos estaban encañonando’, explica.

En este ciudad, la Asociación de Mujeres Artistas tenía programado un encuentro con mujeres maltratadas en una casa de acogida. El concierto fue al aire libre, muy cerca de las casas, y atrajo a numerosos niños y adultos. ‘Los soldados israelitas para que nos marcháramos comenzaron a tirar grandes cantidades de agua por toda la carretera’, explica.

El sábado comenzaron los primeros bombardeos y el grupo musical, tras ser recibido, junto con otros artistas, por el presidente de la Autoridad Palestina, Abu Macen, subió a un avión de regresó a Madrid.

Piedras contra las balas

Junto a la Banda de Gaitas de Candás, en el que estaba Alba Veloso, se desplazaron a la franja de Gaza otros 15 artistas, entre ellos el grupo de danza Al-Alma. A la artista de Xinzo le llamaron poderosamente la atención los contrastes: ‘En un kilómetro se pueden ver grandes caseríos y al lado una chabola’. Pero no sólo en cuanto a vivienda, ya que el ‘Ejército israelí ataca con bombas y los palestinos se defienden con piedras’.

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