"La lucha contra el cáncer es cada vez más sofisticada". Así lo resalta , Jesús García Mata, jefe del departamento de Oncología del CHOU
Su labor diaria evidencia su implicación con los pacientes, los compañeros y la profesión. Cada avance en la investigación, en la búsqueda de nuevas técnicas efectivas es una batalla vencida pero la más importante está por llegar. Estamos en una “época de avance imparable”, asegura.
¿Qué supone para usted dirigir este departamento?
A nivel personal es una satisfacción. Somos un equipo de gente maja y bien avenida que trabajamos bien en equipo y es una satisfacción liderarlo.
¿Qué es lo más difícil?
Son las situaciones personales que encuentras en los pacientes y sus familias. El tema físico de la enfermedad es algo que conoces pero, muchos días, tienes que convivir con situaciones personales asociadas a la naturaleza de la enfermedad del cáncer que son complicadas.
¿Es difícil no pasar la línea?
Claro. Tienes que estar ahí y ser capaz de ayudar al paciente y la familia en esa situación y eso supone ya un cierto grado de implicación pero también tienes que saber mantenerte en disposición para ayudar a los siguientes. Si te implicas muchísimo en una situación y eso te acaba predisponiendo o haciendo daño no vas a poder atender a más gente. Tienes que evitar pasar esa línea fina.
¿Necesitan apoyo psicológico?
Sí. Es una de las partes que dentro del enfoque multidisciplinar que nos falta por implementar. Me refiero en primer término a los pacientes y a la familia. Es necesario tener sicólogos especializados que directamente colaboren con nosotros y con los pacientes. Creo que ahora mismo es la única carencia y alternativa para el tratamiento que no tenemos implementada . En cuanto a nosotros, nos apoyamos unos a otros continuamente y sobrevivimos gracias a eso. Por el tipo de implicación que tenemos con los pacientes, te van afectando y te van minando y necesitamos apoyarnos continuamente. Eso nos da la vida. Si estás aislado tratando la enfermedad con esa carga de sentimiento que tiene, estás muerto. Por eso es tan importante el equipo en oncología.
¿Lo más fácil?
Tratar a la gente. Es muy maja y agradecida. Necesitan que hables con ellos y los trates con cariño. Fíjate, el tratar a la gente es lo más fácil por un lado pero por otro lo más difícil. También para mí es fácil el día a día con el equipo que tengo, tanto con facultativos como enfermería. Esto no es solo tema de los médicos, enfermería tiene mucho que decir.
Es un trabajo multidisciplinar...
Sí, claro. Colaboramos con farmacia, endocrinología, nutrición...No hay calidad asistencial si no hay coordinación entre los equipos de varias especialidades y categorías profesionales. Desde admisión hasta dirección.
¿Como se siente al ver avances muy cerca y no poder aplicarlos?
Nosotros tenemos una necesidad diaria de dar soluciones al problema concreto de cada paciente, pero también debemos ser lo suficientemente fríos como para saber qué medicamento o sustancia es suficientemente potente o definitiva para ser alternativa real para ellos. No podemos caer en el curanderismo . La ciencia se hace demostrando las cosas, no intuyéndolas. Estamos en una época de avances imparables en la lucha contra el cáncer pero a veces el proceso de aprobación es más lento de lo que nos gustaría. Si hay evidencias suficientes con un medicamento o una sustancia, disponemos de alternativas administrativas para utilizarlo antes de que esté en las farmacias.
¿Si viera al genio de la varita, qué pediría?
(risas) Más conocimiento para dar siempre soluciones a los problemas del paciente concreto que tengo delante. También más tiempo. El tiempo es finito y a veces tenemos tanta carga de pacientes que nos gustaría dedicarle más tiempo. Estamos involucrados en la investigación con un grupo que funciona bien. Ayudamos a formar nuevos especialistas, tenemos docencia MIR…Vamos bien y el equipo directivo apoya bastante.
¿Qué pedir a la Administración?
Que nos siga apoyando. Que sea más ágil en la aprobación de medicamentos y a veces más valiente a la hora de invertir en investigación y formación.
¿Es tan fundamental la humanidad como la profesionalidad?
En general, en medicina, pero desde luego en Oncología si no hay humanidad no eres un buen profesional. Es imposible. No puedes ser buen profesional si no te preocupa el problema del paciente, no solamente la enfermedad, que es tu obligación porque para eso eres oncólogo. La gente necesita cercanía, ayudando a entender las cosas y apoyo en momentos puntuales.
¿Qué decirle a una persona a la que le acaban de detectar cáncer?
Dependerá del tipo de cáncer, en qué fase esté y qué posibilidades de tratamiento tenga. La palabra cáncer asusta pero la mayoría de los cánceres, en general, ya se están detectando en fases precoces y por ello curativas. Hay que tratarlo como una enfermedad más igual que podrías ser diabético o tener una enfermedad degenerativa crónica. Es más, en las fases precoces el cáncer se cura ya en la mayor parte de los pacientes pero la diabetes, la insuficiencia cardíaca o las enfermedades degenerativas aún no las sabemos curar. Siendo realistas, en muchos tipos de cánceres tenemos información más favorable que en otros tipos de enfermedades no tumorales y eso hay que saber transmitírselo a la gente.
