La gestión de terrazas en la ciudad se descontrola ante el eterno vacío legal

La inexistencia de una ordenanza reguladora que establezca criterios claros que se resiste desde hace varios mandatos, las trabas burocráticas para conseguir permisos y decisiones tomadas por los responsables de negocios que no tienen el paraguas de sus respectivas licencias conforman un cóctel cada vez más explosivo para las terrazas de la hostelería, cuyos efectos más visibles han tenido lugar esta misma semana, ya que el pasado jueves en el Concello de Ourense dieron la orden de ejecutar subsidiariamente requerimientos de retirada de elementos sin autorización, una vez cumplido el plazo que aquellos locales apercibidos tenían para hacerlo por su cuenta. Según confirman en la Concejalía de Comercio, estas actuaciones han tenido lugar por el momento en un total de siete establecimientos de hostelería (Ágape Liceo, en Bispo Cesáreo; Tixola, en Juan de Austria; Café Central Arábica, en Parque de San Lázaro; Zapas, en Monte Medo; Golden Gate, en Pena Trevinca; Glenis, en Prego de Oliver; y Santa, en Greco). Aunque ayer, indicaron las mismas fuentes, no se personó la Policía Local con operarios y maquinaria para desmontar veladores ilegales, confirman que estas acciones seguirán produciéndose en los próximos días. “Están todos notificados”, añaden. Según consta en la relación de decretos, había al menos 14 establecimientos apercibidos. Cómo responden los sancionados Algunos de los hosteleros que han sufrido la retirada de veladores admiten que estaban incumpliendo la licencia municipal, pero también ven “injusta y abusiva” la situación, poniendo el foco en la falta de una regulación clara para el gremio que, en su opinión, les está perjudicando e impidiendo jugar en igualdad de condiciones con la competencia. En una de las cafeterías en las que se actuó, la Golden Gate de rúa Pena Trevinca, están preocupados por la posibilidad de tener que reducir plantilla por no dar servicio en el exterior: “Recibimos el aviso de retirar la terraza el 7 de abril”, admite María Lucía Alzate, titular del negocio, pero ignoraron la advertencia porque, según ella, les supondría prescindir del “50 % del bar”. “Si quito la mitad del negocio, están fastidiando tres empleos”, aseguró. El propietario del local del Golden Gate, Antonio Colmenero, aseguraba que, “en 35 años” de historia del negocio, jamás recibieron protestas o denuncias de vecinos. El problema, en su opinión, es que nadie, ni siquiera en el ayuntamiento, “lo tiene claro”. Colmenero cree que, con la legislación vigente, “el 98 % de los establecimientos no puede montar una terraza en Ourense”. Las condiciones que les exigen, comenta, vuelven “imposible” dar servicio cuando la solución es “alcanzable”. “Esto, después de la pandemia, no es justo”, concluye. Otro de los establecimientos amonestados fue el café-bar Zapas, en rúa de Monte Medo. Según Paco, camarero del Zapas, su caso fue peculiar: el jueves solo le retiraron una mesa alta para fumadores, “que todo el mundo tiene”. Asegura que se trata de un “malentendido” por el cambio de titularidad de la licencia para terraza, que acabaron por revocarle por un error de la gestoría que contrató. De hecho, dice que este error fue la razón por la que lleva cinco semanas sin veladores en el exterior, desde el momento en que el Concello le ordenó retirarlas. Califica la experiencia de “bochorno” y le parece “vergonzoso el revuelo que montaron” por una sola mesa. Las nuevas costumbres y necesidades que surgieron tras los peores momentos de la pandemia del coronavirus son otros de los motivos que llevan a los hosteleros a exigir celeridad al Concello. La gerencia del Café Central Arábica, junto al parque de San Lázaro, reclama que en la hostelería deben “consentir a la gente” tras estar “mucho tiempo encerrados”. También pide pensar en la “gente mayor” que cada día acude a su local. “Eu cumpro”, se defiende Tatiana González, dueña del Tixola, en rúa Juan de Austria. “Hai outros, en peores condicións, que non cumpren coa normativa”. Para González, lo que está en juego con las terrazas “é o pan dos meus traballadores e o dos meus fillos”. Otras voces Jorge Mejuto, encargado del Tamarindo, insiste en que “hay que cumplir” la normativa sobre el mobiliario exterior y apuesta por la diplomacia: “Tenemos que aprender a convivir todos, los extremos son viciosos y debe haber un acuerdo entre los que montan 30 o 40 mesas y los que tienen más limitaciones legales”. Sin embargo, como todos, está a la espera de la ordenanza que no llega: “Que salga de una santa vez la orden de Concello conforme se sepa qué mesas podemos poner y en qué espacio. A partir de ahí seguiremos la línea que nos marquen”. Pepe Vilachá, presidente de la asociación de hosteleros Ahrou, comparte las preocupaciones de Mejuto: “O que debería facer o Concello é aprobar rapidamente a ordenanza, e que a partir de aí se adapten todos os hostaleiros”. A este respecto, declara que el borrador del anteproyecto, ahora en proceso de consulta pública, se ajusta a las reivindicaciones de los hosteleros, un sector “prexudicado”, en sus palabras. Personalmente, a Vilachá no le parece bien que ejecutasen el levantamiento de las terrazas, lo cual “non beneficia a ninguén”. Además, hay sensaciones encontradas entre los usuarios. Por un lado, entienden que hay que actuar ante irregularidades, pero también censuran las formas. “Non debería ser así polas bravas”, dicen. La mirada también se va al Concello: “Que ordenen esto de una vez”. El sentir de la mayoría. Una nueva guerra política Pese a que todos los grupos políticos de los últimos mandatos en el Concello de Ourense han coincidido en la necesidad de aprobar una ordenanza de veladores que establezca unos criterios nítidos para el siempre difícil reparto de calles y plazas entre los negocios privados y el uso público, lo único cierto es que esta norma ha sido siempre un instrumento que se ha utilizado como arma arrojadiza en la guerra política entre el gobierno de turno y la oposición. En el mandato 2011-2015, los socialistas llegaron a aprobar inicialmente en pleno un texto, pero que nunca terminó su tramitación. Después, con el popular Jesús Vázquez, su grupo llegó a redactar hasta tres borradores para buscar desbloquear un documento pero la suerte fue la misma. En el mandato actual, por su parte, el alcalde ourensano, Gonzalo Pérez Jácome, trató de capear el temporal aprobando en junta de gobierno “una minordenanza” en forma de instrucción que se ha mostrado incapaz de atajar los problemas. En las últimas semanas, el gobierno municipal ha reactivado la negociación de la ordenanza citando a los portavoces hasta en dos ocasiones, pero de nuevo las diferencias políticas parece que serán insalvables. Además, Jácome no ha cumplido todavía la promesa de sacar el borrador a información pública para que ciudadanos y hosteleros conozcan el contenido y puedan realizar sus sugerencias y aportaciones. La propuesta que el gobierno local ha trasladado a la oposición establece novedades como la posibilidad de utilizar espacios de aparcamiento de vehículos para terrazas cuando no haya otra alternativa. La superficie de los veladores nunca podría, además, superar los metros cuadrados útiles del local, mientras que se aumentaría un 60% el espacio a ocupar en parques o plazas. Otro punto controvertido de la propuesta de Jácome es que las terrazas podrían llegar a estar hasta a 35 metros del establecimiento. En calles peatonales, tendrían que estar a 1,80 metros de la fachada. En cuanto a los horarios previstos en el anteproyecto, se propone la retirada entre mayo y septiembre a las 1,30 horas de domingo a miércoles y a las 2,30 horas viernes, sábados y vísperas de festivo. El resto del año, una hora menos en cada supuesto. Hablan los ciudadanos PABLO ARES: “NON ME PARECE BEN QUE SE FAGA ÁS BRAVAS, MAIS CANDO NON HAI ORDENANZA DO CONCELLO” RAFAEL GÓMEZ: “NON DEBERÍA SER POLA FORZA, A VER SE TEÑEN A AXUDIÑA DA NORMA, IMPORTANTE PARA TODO O MUNDO” MARISA MORÁN : “OS BARES NECESITAN AXUDA E CREO QUE A CULPA É DO CONCELLO, CON ESTE ALCALDE MAL VAMOS” MARÍA RAMOS: “SE NON TEÑEN OS PAPEIS ESTÁ MAL QUE AS POÑAN. PERO QUIZAIS DEBERÍAN AVISALOS ANTES”