Julia Fernández regenta uno de los locales comerciales que resiste en la rúa Hernán Cortés. Reparte carteles de "liquidación total" de su tienda de mobiliario y todo tipo de antigüedades, "De segunda mano". El negocio ocupa tres bajos en esta zona del Casco Antiguo. La mujer se hace cargo del negocio tras la jubilación de su marido. Llevan tres décadas instalados en Hernán Cortés y observan el declive. "Aquí los pubs los cogen unos responsables cada año, van abriendo y cerrando", dice Fernández.
La mujer calcula que dar salida a todo el stock de su establecimiento le llevará tiempo. Quizás tres o cuatro años. Hubo épocas mejores. De hecho, cree que esta "es la peor". "Antes había mucho movimiento, la estampa de gente que miraba escaparates y entraba a mirar aunque no se llevara nada. Ahora no hay eso", lamenta.
Critica al Concello por la falta de ayudas. Ha tenido que desembolsar grandes cantidades de dinero para deshacerse de las pintadas de los vándalos en su negocio. "Una me costó 300 euros limpiarla". "También tenemos el problema de que los edificios están viejos y no los arreglan", señala una cornisa que se fue cayendo a pedazos en el edificio pegado a su tienda.
