El Grupo Adelanta, compuesto por 43 empresas dedicadas al sector de las energías renovables, asegura pasar por serias dificultades financieras derivadas de la 'crise económica a nivel global e nacional' y de la 'supresión dos incentivos para novas instalacións de produción e enerxía eléctrica a partires de coxeneración, fontes de enerxía renovábeis e residuos'. Así lo manifiesta en la comunicación de despido de una ingeniera que trabaja para una de las empresas del grupo en Santiago.
Según los datos proporcionados por la propia empresa en el escrito, los niveles de facturación 'teñen descendido drásticamente' en los últimos años, siendo las previsiones para el presente ejercicio 'moi pesimistas'. Adelanta ofrece una serie de datos referidos a las ventas en los años 2011 y 2012 que, según afirma, justificarían el despido de la trabajadora así como el cierre de varias de sus sedes.
En concreto, explica que la cifra de ventas entre los dos años mencionados 'viuse reducida en máis dun 31%, por un total de 844.138,80 euros' en la sociedad donde se realiza el despido. La situación, alegan, llevó a la empresa a cerrar una de las dos sedes de las que disponía en Santiago y otra en Santander, y se disponía a cerrar sus otras instalaciones en la capital gallega, lugar de trabajo de la trabajadora despedida. Adelanta afirma en su escrito de despido que las dificultades económicas que padece la obligan a 'centralizar toda a súa actividade nas oficinas de Ourense'.
En sus alegaciones ante el Servizo de Mediación, Arbitraxe e Conciliación de Santiago, la trabajadora despedida se opone a la rescisión del contrato al no 'axustarse á lexislación vixente'. Según explica, la empresa no puso a su disposición 'os citados balances de perdas e gananzas' para poder comprobar la 'verosimilitude' de las cifras. En todo caso, afirma también que existe confusión en el escrito entre la evolución económica del Grupo Adelanta, al que se refieren los datos, y la empresa donde ella presta sus servicios desde 2005, Adelanta Ingeniería S.L.U.
En concreto, explica que la cifra de ventas entre los dos años mencionados 'viuse reducida en máis dun 31%, por un total de 844.138,80 euros' en la sociedad donde se realiza el despido. La situación, alegan, llevó a la empresa a cerrar una de las dos sedes de las que disponía en Santiago y otra en Santander, y se disponía a cerrar sus otras instalaciones en la capital gallega, lugar de trabajo de la trabajadora despedida. Adelanta afirma en su escrito de despido que las dificultades económicas que padece la obligan a 'centralizar toda a súa actividade nas oficinas de Ourense'.
En sus alegaciones ante el Servizo de Mediación, Arbitraxe e Conciliación de Santiago, la trabajadora despedida se opone a la rescisión del contrato al no 'axustarse á lexislación vixente'. Según explica, la empresa no puso a su disposición 'os citados balances de perdas e gananzas' para poder comprobar la 'verosimilitude' de las cifras. En todo caso, afirma también que existe confusión en el escrito entre la evolución económica del Grupo Adelanta, al que se refieren los datos, y la empresa donde ella presta sus servicios desde 2005, Adelanta Ingeniería S.L.U.
