La Guardia Civil contrasta el ADN de un antiguo novio de la joven con la que salía el brigadista tiroteado en Xunqueira con el de las pruebas recogidas en el lugar. Los agentes le tomaron declaración y éste negó que fuera el autor de los disparos.
El antiguo novio de la joven de Casnaloba (Xunqueira de Ambía) con la que salía el trabajador antiincendios tiroteado en la madrugada del martes negó en su declaración ante la Guardia Civil que fuera el autor de los disparos. Los agentes tomaron declaración al principal sospechoso en la noche del martes y, según fuentes del instituto armado, éste aseguró que nunca tuvo pistola. Los agentes registraron su vivienda y coche a la búsqueda del arma, sin obtener resultado.
Los investigadores trabajan en la hipótesis de que el ahora sospechoso tiroteó al brigadista, Juan Carlos Limia, de 35 años, por celos y y despecho al ver rota su relación con la joven. Ayer, analizaron su ADN y huellas dactilares para contrastarlas con las aparecidas en las pruebas (colillas, restos de comida, pelos y patatas) recogidas en el lugar de los hechos.
Los agentes no lo detuvieron al carecer de momento de prue bas contundentes que lo incriminen. Tenemos un sospechoso, pero también se están investigando otras vías, incluida una posible equivocación, que le dispararan al brigadista creyendo que era otro persona, aseguraron fuentes del instituto armado.
Juan Carlos Limia permanece en el servicio de reanimación del CHOU y a última hora su estado era grave, aunque estaba estable y consciente. De continuar evolucionando favorablemente el equipo médico podría trasladarlo hoy a planta de Cirugía.
No fue por cuestiones políticas y laborales
El delegado del Gobierno en Galicia, Manuel Ameijeiras, aseguraba que la investigación se centra en el entorno y familiares del brigadista tiroteado, porque ese fue el criterio adoptado por la Guardia Civil teniendo en cuenta el modo en el que se produjo el atentado, dijo, declinando ofrecer detalles sobre el desarrollo de la investigación al tiempo que manifestaba que el tiroteo no fue por cuestiones políticas o de índole laboral, aseguró.
El brigadista fue tiroteado a las cuatro de la madrugada del martes por un encapuchado después de que éste cortara con troncos y ramas la carretera que conduce al domicilio de la víctima.
Juan Carlos Limia se apeó del coche para despejar el asfalto y fue alcanzado por cuatro disparos. El presunto agresor lo estaba esperando y construyó en la margen del vial una barricada con sacos de patatas. El martes era la primera jornada que Juan Carlos Limia regresaba a casa de madrugada, ya que hasta ese día trabajaba por la mañanas.
Los investigadores trabajan en la hipótesis de que el ahora sospechoso tiroteó al brigadista, Juan Carlos Limia, de 35 años, por celos y y despecho al ver rota su relación con la joven. Ayer, analizaron su ADN y huellas dactilares para contrastarlas con las aparecidas en las pruebas (colillas, restos de comida, pelos y patatas) recogidas en el lugar de los hechos.
Los agentes no lo detuvieron al carecer de momento de prue bas contundentes que lo incriminen. Tenemos un sospechoso, pero también se están investigando otras vías, incluida una posible equivocación, que le dispararan al brigadista creyendo que era otro persona, aseguraron fuentes del instituto armado.
Juan Carlos Limia permanece en el servicio de reanimación del CHOU y a última hora su estado era grave, aunque estaba estable y consciente. De continuar evolucionando favorablemente el equipo médico podría trasladarlo hoy a planta de Cirugía.
No fue por cuestiones políticas y laborales
El delegado del Gobierno en Galicia, Manuel Ameijeiras, aseguraba que la investigación se centra en el entorno y familiares del brigadista tiroteado, porque ese fue el criterio adoptado por la Guardia Civil teniendo en cuenta el modo en el que se produjo el atentado, dijo, declinando ofrecer detalles sobre el desarrollo de la investigación al tiempo que manifestaba que el tiroteo no fue por cuestiones políticas o de índole laboral, aseguró.
El brigadista fue tiroteado a las cuatro de la madrugada del martes por un encapuchado después de que éste cortara con troncos y ramas la carretera que conduce al domicilio de la víctima.
Juan Carlos Limia se apeó del coche para despejar el asfalto y fue alcanzado por cuatro disparos. El presunto agresor lo estaba esperando y construyó en la margen del vial una barricada con sacos de patatas. El martes era la primera jornada que Juan Carlos Limia regresaba a casa de madrugada, ya que hasta ese día trabajaba por la mañanas.
