La Guardia Civil intensifica los controles nocturnos en carretera

Los asaltos en tres viviendas de ancianos que residen solos en menos de un mes encendieron de nuevo la alarma en la Comandancia de la Guardia Civil ourensana, desde donde se alertó de la situación a todos los cuarteles para que incrementen la vigilancia, sobre todo de noche.
La Policía Judicial de la Guardia Civil realizó una inspección ocular en las tres casas asaltadas con el objetivo de hallar pruebas que permitan identificar a los asaltantes, pero la revisión no dio muchos resultados, dado que los ladrones en todos los casos actuaron con guantes y, tras lograr el botín, se llevaron con ellos los utensilios (barras de hierro, linternas, escopetas y pistolas) que utilizaron para forzar las puertas e intimidar a las víctimas.

Eso sí, los agentes durante la inspección en las tres viviendas recogieron cinco colillas, dos navajas y fotografiaron varias huellas de zapato del número 44, lo que está siendo analizado por si puede arrojar luz en alguno de los asaltos.

En el cuartel de Santa Mariña descartaron ayer que los tres robos fueran perpetrados por las mismas personas, pese a que en todos los casos coinciden detalles como la utilización posiblemente de un hierro en forma de 'pata de cabra' para forzar las puertas; en los tres se cortó la línea telefónica, los asaltantes mantuvieron el rostro cubierto y actuaron con violencia, aunque sin llegar a agredir a las víctimas.

En el caso de Baltar, la Guardia Civil, tras recabar información entre los vecinos de Santo Antoíño, trabaja con la hipótesis de que los asaltantes son de la zona y conocían perfectamente que la víctima estaba sola y que tenía dinero en el interior de la vivienda.

Sobre el robo registrado en la madrugada de ayer en Ribadavia, los agentes sospechan que pudo ser perpetrado por una banda que se desplazó desde la provincia de Pontevedra, tras cerciorarse de que la anciana residía sola.

Los asaltos se producen justo cuando la Guardia Civil había retomado las charlas en los distintos pueblos del rural para alertar a los vecinos de posibles timos, compras fraudulentas, robos de carteras en las ferias y pedirle que extremaran precauciones en sus viviendas. Curiosamente, una de estas charlas tuvo lugar el pasado martes en Tixós (Baltar), a escasa distancia de Santo Antoíño.

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