El grupo, formado en total por 27 españoles, había pagado 3.390 euros por una ruta de 16 días por la Costa Oeste
¿Se imagina cruzar el charco para disfrutar solo 20 minutos del Gran Cañón del Colorado, uno de los paisajes más famosos del mundo? ¿O atravesar el desierto en plena chaparrón para llegar a Las Vegas en un autocar con pinta de ser pirata para después ser abandonado por su guía turística? Parece el argumento de una película pero es lo que les tocó vivir a un grupo de 27 turistas españoles, de los que cuatro eran ourensanos.
Partieron el pasado 1 de agosto de Barcelona y tras hacer escala en Estambul, llegaron a Los Ángeles. La Costa Oeste les estaba esperando. Pagaron por el paquete, de 16 días, en torno a 3.390 euros. Lo contrataron a través de la agencia de viajes "Temps d'Oci Viatges", con sede en Barcelona, de la que no encontraron malas referencias. Ahora, lo único que saben de su guía es que tras abandonarles, se fue a jugar al bingo. "Nos dejó tirados alegando que sufría crisis de ansiedad, pero los compañeros lo vieron en el bingo", indicó José Manuel Barge, uno de los ourensanos afectados.
El grupo notó que algo no marchaba bien al llegar al Gran Cañón del Colorado. "¡Qué pena! Cruzar medio Atlántico para estar allí solo 20 minutos", indicó Soledad Nieto, otra de las viajeras. Pero aquí no acabó todo. Para llegar a su hotel de Las Vegas, el "New York", le tocaba atravesar el desierto. La lluvia no cesaba, el limpiaparabrisas del autocar no funcionaba y no tenía medidas de seguridad: "Todo parecía indicar que era pirata". Al final, llegaron sanos y salvos al hotel. Fue entonces cuando su guía turístico les abandonó y, para sorpresa de los viajeros, tuvieron que pagar 100,80 dólares por la estancia "cuando ya estaba incluido todo en el viaje. Las tasas no nos fueron devueltas y según nos comentó el nuevo guía, el anterior se quedó con ellas", indicó Barge.
Ante tal panorama, pusieron su situación en conocimiento a la agencia "Temps d'Oci Viatges", "que guarda absoluto silencio. Es algo surrealista todo esto", destacó Soledad Nieto. "El único teléfono que teníamos de emergencia era el del guía que nos abandonó. A esto se le suma la diferencia horaria con nuestro país para comunicar lo que nos pasaba", añadió. También recurrieron al Consulado. La secretaria del cónsul general de España, María José Benito, les indicó que siguieran poniéndose en contacto con la agencia y que ellos harían lo mismo para conocer el caso.
Afortunadamente, tras horas de incertidumbre lograron conseguir otro guía turístico, con el que están encantados, pero con la duda de saber cómo acabará esta aventura. "Es muy majo y el chófer también", destacó Barge.
