Llegó a la política municipal con la sensación de que 'esto de ser concelleiro era unha especie de obriga por lealdade persoal coa persoas que mo pedía, Manuel Baltar' y, sin embargo, en su despedida, el popular Guillermo Collarte reconocía que estaba dejando 'o que máis quero politicamente' -es también diputado en el Congreso-, ya que 'nada me fixo tan feliz' como ser edil de su ciudad.
Collarte volvió a incidir en que tomó la decisión de renunciar 'dende o convencemento persoal de que non teño dereito algún a seguir ocupando un sitio no que podo ser substituido por un compañeiro que o fará infinitamente mellor ca min'. Collarte tuvo un recuerdo 'moi especial' y emocionado al fallecido concejal Odilo Masid y el agradecimiento expreso a la concejala socialista Áurea Soto y a sus compañeros de partido en general y a Marinel Fernández y Rosendo Fernández en particular. Especialmente emocionado, también recordó a su padre 'allá donde esté' y al resto de su familia, finalizando su intervención reiterando su perdón a los ourensanos 'por si les molestó u ofendí' en unas declaraciones realizadas hace un año sobre dificultades para llegar a fin de mes. El resto de las formaciones políticas destacaron el talante del concejal y su labor, antes de despedirlo con un aplauso.
