“Hacen fotos, parecemos delincuentes"

La presión en puntos del rural lleva a puntos surrealistas. En un núcleo del entorno de la ciudad viven atemorizados. "Algunos van a llevar la compra a sus mayores y vecinos hacen fotos". También proliferan vídeos "delatores". Un sinvivir
 

Algunos pueblos se han convertido en un hervidero. Los problemas que antes existían, se han disparado durante estos días. Los "justicieros de balcón" siguen intentando imponer su mando, saltándose en muchos casos la privacidad y la libertad de sus vecinos. Sucede en algunos núcleos del rural, adonde todavía muchos familiares deben acudir varias veces a la semana para  llevar compras a sus seres queridos. O donde algunos vecinos tienen que salir para hacer tareas urgentes. Que se lo digan a los residentes en un pequeño pueblo de los alrededores de Ourense. 


Necesidad de volver


"La mayoría de los jóvenes se marcharon para la ciudad , dejando en el pueblo a sus padres, y ahora, en estos momentos, están volviendo, para llevarles la compra con el riesgo que conlleva y, encima, hay vecinos que están sacando fotos, como si fuéramos delincuentes", lamenta el presidente de una asociación vecinal. "A veces vamos a la asociación a buscar material, papeleo o incluso para imprimir algo para los niños y sus tareas escolares y nos encontramos con que un vecino nos ha denunciado a la Guardia Civil y hace fotos repetidamente, es increíble", critica uno de los vecinos.


Consecuencias


Y es que mientras en algunas partes de España ya se señala incluso hasta a los que arriesgan su vida en primera línea de batalla, en los pueblos arrecia también la insolidariedade de, eso sí, unos pocos, empeñados en ir a la gresca. "Incluso las fuerzas de seguridad nos han dado la razón, pero hay algún vecino que sigue empeñado". 

A las complicaciones que en muchos casos soportan los vecinos del rural, se añaden nuevas piedras en el camino. Hay vecinos que siguen manifestando situaciones que avergüenzan a la gran mayoría de ciudadanos. "A mi madre , persona con movilidad reducida,  paseando a su perrita le gritaron que por culpa de los perros ellos estaban en casa, es increíble", asegura una ourensana, indignada con la situación.

El modus operandi va haciendo cada vez un uso mayor de las nuevas tecnologías. Lo que al principio era solo el uso de aplicaciones de móvil como Social Drive, se ha ido extendiendo, con publicación de fotos o vídeos "delatando" a presuntos infractores de las normas de confinamiento en algunos puntos de la ciudad, pero también en el rural. La polémica ha saltado a las redes, donde se generan arduos debates donde también con cada vez más frecuencia, son muchos los ourensanos que recriminan a aquellos que publican vídeos intimidatorios de los que transitan por alguna vía pública.


Vídeos delatores


 Sucedió con una vecina que a través de Facebook publicó a dos personas de un pueblo de Quintela de Leirado caminando por un sendero que dirigía a unas fincas. "Ante irresponsables, yo soy de balcón", presumía una vecina, que no se acobardaba ante las críticas de otros, que le recordaban que podría estar incurriendo en un delito.

Otro de los "avisos" que ha empezado a circular en algunas redes es el de "delatar" a establecimientos de hostelería que, según los vigilantes de lo ajeno, se saltarán la cuarentena. 


Mensajes anónimos, una moda que puede ser denunciada


En España han aparecido los últimos días conductas completamente inhumanas contra los profesionales de sectores esenciales, como trabajadores de supermercados o sanitarios, en forma de mensajes anónimos para que dejen sus viviendas habituales Las denuncias en redes sociales han ido a más y han obligado a la Policía Nacional a intervenir. Aunque en Ourense no ha trascendido ningún caso de este tipo, vecinos de un bloque de la rúa Progreso informaban a este periódico de la aparición de un cartel semejante al aparecido en otros lugares de España, en este caso referido a un profesional de un geriátrico. "No llegó a estar a la vista de la persona a la que se dirigía, porque según lo vimos lo retiramos", explican. 

Mientras, colectivos como el Colegio de Enfermería de Ourense recordaban que lo que se ha visto es "un comportamento illado e que non fai xustiza á conduta da sociedade en xeral", pero recuerda al personal sanitario que "se reciben mensaxes anónimas incómodas ou ameazantes teñen dereito a denuncia".

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