El cadáver de Andrea Domínguez se recuperó 11 días después a 200 metros de donde desapareció
El cadáver de Andrea Domínguez, la joven de 22 años arrastrada por el mar en A Coruña hace 11 días, fue recuperado en la mañana de ayer, flotando a unos 200 metros en el mar de donde había desaparecido, en la denominada coraza del Orzán, que separa la playa de Riazor.
El cuerpo fue recogido por los bomberos, que realizaban trabajos de búsqueda, tras la voz de alerta que dio un vecino que lo había avistado.
Minutos después de recogerse el cuerpo, la concejal de Seguridad, Rocío Fraga, explicó que sería llevado al anatómico forense para confirmar la identidad.
La familia, por su parte, se enteró por los medios de que había aparecido un cuerpo flotando en la bahía de A Coruña, a la altura de donde había desaparecido, según explicó la concejal, que dijo que ya había hablado con el padre.
Tensa espera
La familia de Andrea ha vivido 11 tensos días tras la desaparición de la joven entre las aguas del Atlántico a la altura de la coraza de Orzán en Riazor. Psicólogos del Equipo de Respuesta Inmediata de Emergencia (ERIE) están acompañando a la familia, sobre todo a los padres y la hermana de la joven, desde el primer momento y voluntarios de Cruz Roja se movilizaron durante estos días para ayudar a los allegados.
A lo largo de las jornadas de búsqueda en la zona costera coruñesa se produjeron varios avistamientos, aunque todos resultaron falsas alarmas hasta el registrado en la mañana de ayer.
Para las tareas de búsqueda, que tuvieron que suspenderse con la llegada de las sucesivas borrascas, se movilizaron un helicóptero de rescate Helimer, la lancha de Salvamento Marítimo, la embarcación de la Cruz Roja, la zódiac de los Bomberos de A Coruña y miembros de Protección Civil, a los que se unió el dispositivo de buzos de la Guardia Civil.
Consternación en la calle Doctor Fleming
La joven vivía en el número 53 de la calle Doctor Fleming, donde el pasado 1 de abril, una residente recordaba que "era una joven llena de vida y proyectos, muy buena y apegada a la familia". Andrea era amante de los animales y había cursado estudios en el colegio Padre Feijóo, situado en esta misma calle.
