Los senderistas que estos últimos días quisieron recorrer el entorno del concello de Nogueira de Ramuín, a través de la ruta del Farricoque o del Contrabando, se encontraron con una desagradable sorpresa que nada tenía que ver con la imagen natural que tenían en mente.
Al caminar por las pistas forestales que conducen a varios miradores, en lugar de la belleza del espacio, los transeúntes se toparon con escombros: restos de paneles sándwich, tejas, madera, corcho e incluso botes de silicona de poliuretano o bolsas de plástico.
En cuanto Julio Temes, alcalde de la localidad, recibió el aviso, notificó a la Guardia Civil sobre la localización de los vertidos y los agentes pusieron en marcha una investigación. “El viernes encontraron a un sospechoso y creemos que puede haber un segundo”, aseguró el edil. Desde el órgano municipal creen que se trata de “varios constructores que están realizando obras por la zona”.
El motivo lo desconocen, pues tienen habilitado “un contenedor de acceso libre para este tipo de residuos en el parque empresarial, completamente gratuito”. Además, el alcalde se mostró indignado, asegurando que “no hay ninguna necesidad”. Asimismo, el edil informó de que “para evitar este tipo de vertidos, el ayuntamiento habilitó un servicio para recoger a domicilio enseres personales como lavadoras y otros objetos susceptibles de ir al punto limpio, sin coste”.
Desde la asociación Móvete por Nogueira sienten “impotencia”. “Hacía tiempo que no pasaba. Las veces que nos encontramos algo así limpiando las rutas dimos parte al Concello y rápidamente se movilizó, hacía tiempo que no veíamos algo de estas dimensiones”, asegura una de sus miembros, Chelo Durán. Lamenta lo ocurrido porque aparte de que los causantes “destrozan lo que limpiamos”, las consecuencias “tienen un impacto medioambiental horrible”.
