Ourense tiene ganas de cine. No es una metáfora ni una exageración, sino una constatación: pocos minutos después de que se abriera este miércoles en el Paseo el puesto de venta de entradas del Ourense Film Festival (OUFF), los curiosos comenzaban a acercarse. Una hora después, el flujo seguía, constante. “La verdad, pensaba que me iba a morir del asco esta mañana, ¡pero no ha parado de pasar gente!”, explica contenta Cristina desde el otro lado del mostrador.
“La mayoría viene a tiro fijo”, continúa la encargada del puesto de entradas, gratamente sorprendida por los deberes hechos. Ourense, al fin y al cabo tiene ganas de cine, y la ciudad se engalana para recibir la cita cinéfila del año. A pocas horas de que arranque el certamen, la entrada al centro comercial Ponte Vella ya goza del cartel azul de la 24ª edición del OUFF, el Paseo está flanqueado por Ricardo Darín o Song Kang Ho y no son pocos los restaurantes que lucen salvamanteles conmemorativos.
“Un lujo para la ciudad"
No solo las calles se enorgullecen del festival de cine: “Actividades como esta me parecen un lujo para la ciudad”, asegura convencida Ángeles poco después de recoger un programa de mano del puesto del Paseo. “Es una súper iniciativa, nos actualizamos sobre el cine que se está haciendo”, añade Soraya, convencida.
Mientras, el suelo del Paseo se disfraza de Hall of Fame con sus estrellas azules, y las entrañas del Centro Cultural Marcos Valcárcel rugen mientras el personal del OUFF lidia con acreditaciones, protocolo y problemas de última hora.
“No le pido mucho más al festival, me encanta que se hagan actividades culturales como esta”, destaca en la calle María, satisfecha y deseosa por llegar a casa: “Me gusta mucho el cine, así que ya he visto la mitad de la programación, pero mi momento de placer viene ahora, cuando saco el subrayador y repaso el programa”.
Como ella, no serán pocos los que se acerquen al puesto del Paseo entusiasmados. Allí advierten, eso sí, de que no venden con antelación entradas individuales para las películas. “Se podrán comprar cada día en la puerta del cine, por cuatro euros cada una: aquí vendemos packs de 30 euros para diez películas”, detalla Cristina.
Cine que ayuda
Una de las novedades de este año es el ciclo de películas solidario Cine e Auga, que explora la relación entre ambas ideas.
Este miércoles, el OUFF anunciaba que destinarán la recaudación íntegra de este ciclo a la adquisición de bombas de agua y pastillas potabilizadoras que UNICEF repartirá en zonas desfavorecidas. Ganas de cine, sí, con la mirada clavada en la realidad.
