El mal olor de la calle Santo Domingo continuó ayer, un día más, pese a las intervenciones de Viaqua y Ecourense en la zona. Las quejas de los comerciantes, su desesperación ante tres largas semanas de hedor en la zona, movilizaron a los servicios de limpieza una vez más.
Durante la madrugada del lunes introdujeron agua a presión en las arquetas, desde la sede de la Agencia Tributaria hasta cerca de la Praza do Ferro. No funcionó. El siguiente intento fue el martes por la tarde, cuando intervinieron de nuevo sin éxito: varios operarios trataron de desatascar el alcantarillado con mangueras y otras herramientas durante varias horas del mediodía.
Al ver que ninguna de estas opciones daba resultado, un camión cisterna de Viaqua -quienes en un primer momento afirmaron que el problema no tenía nada que ver con ellos- acudió de nuevo a intervenir. Estuvieron desde las nueve de la mañana hasta las 14,30 horas del mediodía. Además, por la tarde, desde las 16,00 horas, actuó una cuadrilla del servicio de limpieza, tanto con mangueras como con escobas.
Según señalaron algunos de los operarios, que no estaban sorprendidos por el mal olor, el problema se puede achacar a la antigüedad del alcantarillado. El mismo que con cada tormenta no evita que se inunden las calles, ya que la red se colapsa cuando lleva tiempo sin llover, provocando que el mal olor salga a la superficie.
Los comerciantes de la zona sufrieron las consecuencias durante días, con la consiguiente pérdida de clientes, dado que los viandantes no paran ante los escaparates. Algunos propietarios se plantearon cerrar los negocios al sentirse “mareados” por el hedor de la calle Santo Domingo. Desde el Concello se mostraron impasibles hasta que el presidente del Centro Comercial Aberto, Luis Rivera, exigió medidas urgentes
