ENTREVISTA

Miguel Santalices: “Hemos hecho una ley de muerte digna sin olvidar nuestra idiosincrasia"

Ourense. 7-10-2010. Local. Punto Crítico de Telemiño dedicado a la sanidad. Miguel Santalices. José Paz
photo_camera Miguel Santalices.

La polémica surgida en torno al caso de la niña ferrolana Andrea Lago Ordóñez, para quien sus padres solicitaron una muerte digna, ha vuelto a poner en primera línea de debate este derecho,

La polémica surgida en torno al caso de la niña ferrolana Andrea Lago Ordóñez, para quien sus padres solicitaron una muerte digna, ha vuelto a poner en primera línea de debate este derecho, regulado en Galicia por una ley que entró en vigor el pasado 17 de agosto, y cuyo ponente fue el ourensano Miguel Santalices.

¿Cómo surge esta ley?

Entra como proposición de ley por parte del partido socialista y pasó posteriormente a debatirse en comisión. Nosotros presentamos enmiendas a prácticamente todos los artículos y hay que destacar que el debate fue muy enriquecedor. Luego fue aprobada por unanimidad en el pleno.

¿Por qué era necesaria una ley de muerte digna?

Yo no le llamaría ley de muerte digna. Le hemos cambiado el nombre, ahora es la ley de derechos y garan- tías de la dignidad de las personas enfermas terminales. Para mí era necesario regular determinadas situaciones y, de alguna manera, dar también amparo a los profesionales sanitarios. Creo que fueron 3 ó 4 principios básicos los que nos llevaron a aceptar el debate y que esta ley se pudiera aprobar. Proteger la dignidad de la persona en el proceso final de su vida, garantizando su intimidad; defender la libertad y autonomía de una persona en ese momento; y también garantizar el derecho a recibir unos cuidados integrales y un tratamiento adecuado. Después también había que regular para el personal sanitario y social que atiende a las personas en esta fase.

¿Es suficiente?

La ley misma definirá en el futuro si es suficiente o no. Yo siempre digo que aquí entró una ley anda- luza y salió una gallega, porque los socialista presentaron una copia exacta de la de Andalucía. Pero nosotros hemos introducido aspectos que tienen especial relevancia en Galicia, como la muerte en domicilio o la muerte en una residencia de la tercera edad. También garantizamos derechos para la persona que acompaña a una persona en proceso terminal, de manera que se garantice, cuando sea posible, un cuarto individual. Además he- mos marcado la elección del paciente para decidir donde quiere acabar su vida. La ley que entró en el parlamento contemplaba la objeción de conciencia, y nosotros en- tendimos que aquí no cabe algo así, y la eliminamos unánimemente.

Si la ley está tan clara, ¿qué falló en el caso de la niña de Santiago?

Defiendo totalmente la actuación del servicio de Pediatría de Santiago, porque actuó correctamente. Cuando comenzó este caso en el mes de julio, la ley aún no estaba en vigor, y no podía aplicarse. Después hay cosas como que el comité de ética, al que se le pide un informe, tarda en contestar casi tres meses y es contradictorio.

¿Qué diferencia esta ley de la eutanasia?

En la ley no tocamos la eutanasia, no hemos querido hacerlo. La eutanasia es la muerte deliberadamente provocada. Me sorprende que el líder del PSOE quiera abrir este debate, aunque lo fácil es abrir debates, lo difícil es cerrarlos. Nosotros tenemos nuestra ley, no necesitamos otro tipo de legislación, y no tuvimos ningún tipo de contestación social.

Como portavoz de sanidad, ¿qué ha sucedido en el Hospital Álvaro Cunqueiro?

Defiendo el hospital. Es una infraestructura construida en épo- ca de crisis con gran esfuerzo, se ha construido un gran hospital.

Pero con deficiencias, ¿no?

Algunas. Pero es un gran hospital al que los ourensanos debemos estar muy atentos y debemos defender, ya que muchas de nuestras unidades de referencia están ahí, por ejemplo la cirugía cardíaca o la torácica, y algunas otras especialidades como la de trastornos de la conducta alimentaria. Todo traslado es de una gran complejidad, y aquí había que unir la cultura del Hospital Xeral con la del de Meixoeiro. Hubo demagogia en muchas cosas que se dijeron, como lo de la comida o el pago por sillones. Pero hay que insistir en que hay grandes profesionales.

Pero las quejas no cuestionaban a los profesionales, sino a la infraestructura y la gestión. En el Hospital Central de Astu-ias también hubo problemas, pasó lo mismo, porque en el traslado pasan esas cosas. Yo no diría que fuesen generalizados esos problemas, lo que pasa es que se ha alarmado mucho por parte de algunos políticos, como el alcalde de Vigo. Hubo una cierta irresponsabilidad sembrando el miedo y generando alarma. Hay que dejar al Hospital que se asiente.

¿Es Ourense la provincia menos dotada en el ámbito sanitario?

No, no es así. Estamos construyendo ahora un nuevo hospital. Soy consciente, y siempre tendrá que ser así, que determinadas unidades de referencia las tienes que montar en base a criterios poblacionales, como pasa con la cirugía torácica. Pero lo que es la asistencia normal, desde el punto de vista de infraestructura, mejorará mucho con el nuevo hospital. Habrá que definir algunas actuaciones, pero Ourense tiene grandes profesionales que garantizan buena calidad. Es cierto que siempre se dijo eso, que Ourense estaba un poco discriminada, pero con el tema del nuevo hospital, del plan director, es un buen momento para reforzar algunas unidades específicas, como alguna especializada en el ictus, ya que somos una población envejecida. Aunque en el aspecto de la confortabilidad sí hemos aguantado muchos los ourensanos, no podemos seguir con habitaciones de tres camas y un baño. Pero insisto en que en Ourense tenemos unos profesionales excelentes.

Esos profesionales están ahora con protestas y paros.

Lo sé, lo sé, y me preocupa, porque me gustaría que de alguna manera se pueda trabajar en Sanidad desde la óptica de un cierto relax, y no estar sometidos a presiones, ni por parte de los equipos directivos ni por parte de los profesionales. Lo normal sería que esta situación desapareciera en Ourense. Tiene que haber ref lexión sobre una cuestión tan importante como la asistencia sanitaria.

Cuando esté en marcha el nuevo hospital, ¿le gustaría volver a la gerencia?

No, yo creo que ya me va a pillar mayor. He sido gerente de tres hos- pitales y siempre me sentí muy bien tratado. Mi ilusión de hace muchos años era crear un nuevo hospital en Toén, pero no pudo ser, era necesario demasiado presupuesto. 

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