El hijo del matrimonio asesinado en Taboadela pide el archivo y rechaza ser juzgado por un jurado popular

El imputado está desde hace un mes en prisión para cumplir una condena de algo más de cuatro años por tenencia ilícita de armas y por coacciones
El vecino de Taboadela José Miguel M.C., imputado como presunto autor de la muerte de sus padres en su casa en abril de 2009, ha presentado en el juzgado un escrito para pedir el archivo de la causa por falta de indicios y, en caso de que se fije el juicio, reclama que éste no siga el procedimiento de tribunal de jurado, pues a la otra imputada se le achaca un delito de encubrimiento que podría no encajar en este tipo de juicio.

Fuentes de la defensa de José Miguel M.C., hijo del matrimonio hallado muerto a tiros en su casa de Taboadela, han indicado a Europa Press que el fiscal 'interesó la celebración de juicio por procedimiento de tribunal de jurado, pero este tipo de vista no encaja con lo que se quiere juzgar'.

En ese sentido, han indicado que, tras el escrito de la Fiscalía, la defensa del imputado alegó, en primer lugar, se debe proceder al archivo de la causa, pedido por primera vez hace un año, por falta de indicios que sostengan la imputación, pues la primera vez estaban pendientes varias pruebas que, entiende la defensa, finalmente 'no arrojaron luz sobre este tema'.

RECHAZO AL JURADO POPULAR
Según los letrados del acusado, el procedimiento de juicio pedido por el fiscal con jurado popular, no es el adecuado pues la otra imputada, Rosa R.P., será juzgada por un posible delito de encubrimiento, que no entraría en la competencia de ese tribunal.

Por otro lado, cuatro años después del crimen 'no se podrá garantizar que el tribunal de jurado no esté contaminado, aunque sea inconscientemente, por todas las informaciones que salieron de este tema', según el escrito de alegaciones al que ha tenido acceso Europa Press.

La respuesta al escrito de alegaciones llegará en los próximos días desde el juzgado de Instrucción número 3 de Ourense y, si el procedimiento continúa, un auto judicial abrirá el procedimiento que terminará en juicio en la Audiencia Provincial.

EN PRISIÓN
El imputado José Miguel M.C. está desde hace un mes en la prisión de Pereiro de Aguiar cumpliendo una condena de algo más de cuatro años y tres meses por tenencia ilícita de armas y por coacciones a un amigo, hechos ocurridos una semana antes del hallazgo de sus padres muertos a tiros en casa.

Por otra parte, el 'crimen de Taboadela' provocó dos ingresos preventivos en prisión del principal imputado, y en ambas ocasiones fue excarcelado por falta de contundencia en los indicios hallados para relacionar a José Miguel M.C., con la muerte de sus progenitores.

Entre los indicios que se deberán aclarar y que provocarían la presencia de numerosos peritos si se abre juicio, figuran la ausencia de ADN del imputado en el lugar de los hechos, la inexistencia del arma utilizada en el crimen, pues nunca fue hallada, demostrar la relación del imputado con una nota mecanografiada encontrada en el bolsillo de su padre y que fue investigada con estudios caligráficos y dialectográficos, y la existencia de restos de magnesio en el pantalón del imputado.

MALA RELACIÓN
Desde que fueron hallados el día 25 de abril de 2009 los cadáveres de José Martínez, de 65 años de edad, y Teresa Campo, de 63 años, por una de sus hijas, se sucedieron las declaraciones de su entorno que evidenciaron la mala relación existente entre su hijo, ahora imputado, y los fallecidos.

El padre tenía una bala en el cuello y la madre dos en el cráneo y fueron abatidos en el patio y en un gallinero de su casa, en el pueblo de Amendo (Taboadela). El hijo e imputado por el doble homicidio negó siempre su autoría e incluso dio explicaciones en una rueda de prensa para afirmar su inocencia.

En sus primeras declaraciones, la segunda imputada dijo que estaba con José Miguel M.C. en el momento en el que se produjo el ataque al matrimonio, pero en una posterior comparecencia, ante la Guardia Civil, en septiembre de 2009, reconoció un delito de encubrimiento, pero ninguna relación con el crimen.

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