Llegó a Atás (Cualedro) en junio de 1962 siendo un seminarista que acababa de ser ordenado sacerdote. Fernando Rodríguez Piñeiro aterrizó en la parroquia con una idea muy clara, ejercer la labor pastoral durante dos años y marcharse a otro lugar más cercano a Allariz, de donde es natural.
Pero sus planes no se cumplieron y pasados 50 años aún continúa ligado a Atás. 'La forma de ser de los vecinos me cautivó y no fui capaz de marcharme, dejarlos', relata Fernando Rodríguez.
Sus feligreses le rindieron ayer un cálido homenaje por los 50 años que lleva entre ellos. Paqui Valencia, Marifé Rodríguez y Raquel Blanco son tres vecinas de la localidad que promovieron el homenaje, consistente en una misa solemne oficiada por el propio sacerdote y una comida de confraternización, en la que le entregaron una placa conmemorativa y una pluma. 'Fernando es el párroco, un vecino y el amigo que siempre está ahí para lo bueno y lo malo', apunta Paqui Valencia.
El homenaje también fue por lo mucho que luchó el párroco por el desarrollo del pueblo y por mejorar el nivel de vida de sus vecinos. 'Cuando llegué a Atás, las calles estaban llenas de barro, por no tener no teníamos ni cementerio', relata Valencia.
Lo primero que hizo fue constituir la asociación de vecinos San Bento, que aún pervive, a través de la que construyó una nuevo cementerio, promovió la pavimentación de las calles, el abastecimiento de agua, saneamiento y apertura de carreteras, además de inumerables actividades culturales. 'Llevó a los vecinos en 40 ocasiones de excursión a diferentes puntos de Francia, Portugal y España', explicá Marifé Rodríguez.
El párroco, que en la actualidad es arcipreste de Cualedro, se mostró ayer satisfecho con el trabajo realizado y el homenaje, al que acudieron 200 vecinos y amigos, entre ellos el ex conselleiro de Agricultura, Castor Gago.
Sus feligreses le rindieron ayer un cálido homenaje por los 50 años que lleva entre ellos. Paqui Valencia, Marifé Rodríguez y Raquel Blanco son tres vecinas de la localidad que promovieron el homenaje, consistente en una misa solemne oficiada por el propio sacerdote y una comida de confraternización, en la que le entregaron una placa conmemorativa y una pluma. 'Fernando es el párroco, un vecino y el amigo que siempre está ahí para lo bueno y lo malo', apunta Paqui Valencia.
El homenaje también fue por lo mucho que luchó el párroco por el desarrollo del pueblo y por mejorar el nivel de vida de sus vecinos. 'Cuando llegué a Atás, las calles estaban llenas de barro, por no tener no teníamos ni cementerio', relata Valencia.
Lo primero que hizo fue constituir la asociación de vecinos San Bento, que aún pervive, a través de la que construyó una nuevo cementerio, promovió la pavimentación de las calles, el abastecimiento de agua, saneamiento y apertura de carreteras, además de inumerables actividades culturales. 'Llevó a los vecinos en 40 ocasiones de excursión a diferentes puntos de Francia, Portugal y España', explicá Marifé Rodríguez.
El párroco, que en la actualidad es arcipreste de Cualedro, se mostró ayer satisfecho con el trabajo realizado y el homenaje, al que acudieron 200 vecinos y amigos, entre ellos el ex conselleiro de Agricultura, Castor Gago.
