La víctima del clan de los Madriles detalló episodios espeluznantes atribuidos a sus captores. La mujer, según confesó, era agredida sexualmente incluso varias veces al día
El cautiverio que vivió una mujer retenida contra su voluntad en la vivienda del clan de los Madriles en la Rúa da Dalia de la ciudad fue una auténtica pesadilla. Su relato conmovió a los responsables de UFAM de la Policía Nacional y no fue indiferente para el propio juez instructor. Su testimonio quedó acreditado por las cicatrices y hematomas que la víctima presentaba por todo su cuerpo.
Por estos hechos, fue enviado a prisión el supuesto autor, Javier G.J., de 40 años, imputado en delitos de agresión sexual continuada, lesiones y detención ilegal. El resto de la familia, los padres del detenido y sus tres hermanos, fueron citados por el juez como cooperadores necesarios (a tres de ellos ya los interrogó en relación con estos hechos).
La denunciante, con el cabello muy corto a trasquilones, porque a Javier G.J. le gustaba esa estética, aseguró que incluso era privada de comida porque le decía que estaba gorda. Asimismo, describe vejaciones como que le depilaban el cuerpo porque a su captor le gustaban las mujeres sin pelo y bien limpias y hasta le obligaba a lavar la boca con bicarbonato.
No obstante, la víctimas también habla de palizas diariasy agresiones sexuales, a veces varias veces al día. La ingesta de alcohol y drogas que refiere la madre del principal investigado era, según la mujer, obligatoria e incluso, según añadió, la obligaban a delinquir.
Pese a que el presunto autor y l a familia sostienen que las relaciones eran consentidas y que nunca la obligaron a estar en esa casa, el juez considera creíble el testimonio de la víctima y valora la gravedad de los delitos y riesgo de reiteración para decretar la prisión.
