Alojamientos como el Hotel Atilana sufrieron anulaciones importantes de reserva
El mal tiempo registrado en diferentes puntos de la geografía nacional, así como el aumento de la incidencia del covid en buena parte de España, se tradujo en una oleada de cancelaciones a última hora de reservas hoteleras para el puente de la Constitución. Una de las zonas más afectadas fue Burgos, donde la patronal local cifró el porcentaje de reservas caídas en un 50%. No obstante, en la provincia de Ourense, buena parte de los establecimientos del sector turístico logró esquivar este fenómeno.
Sí que lo padecieron algunos alojamientos, como el Hotel Altiana del barrio de O Couto. Sus gestores asocian las cancelaciones al covid. “Cuando casi habíamos completado nuestra ocupación para el puente, con un 90% de plazas reservadas, se nos cayó más de un 30% de las reservas totales y la mayoría de las de ayer y hoy (lunes y martes). Luego entraron muchas más solicitudes, pero no compensaron las perdidas. Por cada una que llegaba, se caían tres”, lamentan desde el hotel.
Si bien para el fin de semana consiguieron llenar sus plazas de todos modos, no fue así para este comienzo de semana, que permaneció a medio gas. En cambio, desde el Hotel NH y el Hotel Francisco II lograron capear el temporal.
LA PROVINCIA
Ya en el territorio provincial, desde el Hotel O Portelo Rural de Allariz explican que “tuvimos muchísimas cancelaciones antes de comenzar el puente, especialmente entre el miércoles y el jueves, pero, por fortuna, se reservó de nuevo, y alcanzamos la ocupación total tanto el viernes como el sábado”. Estos días se mantienen entre el 80% y el 90% de plazas cubiertas.
Por otra parte, desde el Aparthotel Arenteiro de Carballiño no registraron más cancelaciones que “las típicas”. Mantienen una ocupación del 20%, que consideran la usual para estas fechas del año. “Este no es un puente fuerte (a nivel turístico) para la villa, y el tiempo tampoco acompaña”, subrayan.
Otros establecimientos, como Casa da Eira, alojamiento de turismo rural de A Veiga, en la Ribeira Sacra, emplean el pago de un pequeño anticipo para reducir la incidencia de este fenómeno. A lo que no son inmunes, explican, es al bajón de afluencia durante la segunda parte del puente. No obstante, se mantienen en torno a un 70% de ocupación.
