Una huelga de transportistas este diciembre pondría en jaque la Navidad

La subida de precios de los combustibles se traduce en un gasto insostenible para los camioneros, que ya pagan hasta 6.000 euros al mes por llenar el depósito. La falta de soluciones y “el abandono del gobierno” llevó al Comité Nacional de Transportistas de Mercancías a plantear un parón el 20, 21 y 22 de diciembre de este año, una fecha clave de cara a la Navidad. Sin embargo, esta medida no viene únicamente motivada por el aumento de precio del carburante, sino también por la ausencia de una larga lista de medidas que este sector lleva años reivindicando. Áreas de servicio seguras, no tener que realizar ellos mismos las cargas y descargas, la no implantación de la Euroviñeta (peaje) o la edad de jubilación más temprana son algunas de las peticiones que ponen sobre la mesa. Esta crisis que acarrea la huelga también llegó a Ourense, una provincia en la que la flota supera los 3.000 camiones. El presidente de la Asociación Empresarial de Transporte de Mercancías por Carretera (Apetamcor), José Manuel Rodríguez, afirma que el parón “é obligado, porque non nos da para máis, non é rentable estar traballando”. Temen que los precios continúen subiendo y “afecte a mais empresas. Xa hai unhas cantas na provincia que non poden pagar aos chóferes”, explica. Además, lamenta la falta de dedicación a la profesión y la ausencia de conductores: “É normal, quen vai querer adicarse a isto por estes soldos, non é un traballo atractivo”. Por el momento, la intención son tres días pero desde la directiva de Apetamcor afirman que podría durar semanas dado que “o goberno non parece estarpola labor de solucionar nada e nesta situación vai ser preferible quedarnos en casa”, indica Rodríguez. Precios disparados Llenar un tanque de un camión -tomando como ejemplo uno con 1.200 litros de capacidad- costaba a principios de año 1.300 euros. En este momento, con la subida de precio y el gasóleo a 1,45 euros el litro, llenar el depósito es un 25% más caro y roza los 2.000 euros más. “No meu caso adoito gastar 4.000 litros ao mes, polo que teño que pagar 2.000 euros máis ao final”, explica Rodríguez. Así, los precios en la gasolina 95 variaron de 1,24 en enero a 1,56 este noviembre; en la de 98 aumentaron 30 céntimos y el gasóleo pasó de 1,13 a 1,42 euros. Este aumento del precio de los carburantes viene ligado a otras subidas que interfieren en el día a día de un transportista. Los menús, el alojamiento y otros servicios obligan a dejar más dinero en cada trayecto: “Se isto non cambia vai desembocar en que económicamente me sexa máis rentable estar parado que sair á carretera”, lamenta el presidente provincial de Apetamcor. “Desde o sector de transporte o que menos queremos é paralizar a mercancía, pero o que tampouco podemos aceptar é traballar sen poder levar nada para casa”, opina Rodríguez. Para él, la solución pasa por poder repercutir los costes: “Terán que pagarme máis por cada viaxe dado que necesitamos máis dinero en gasóleo”, dice. José Antonio Ferreiro “Ya no llegamos como antes a fin de mes, es cada vez más difícil” Jose Antonio Ferreiro teme la situación en la que se encuentran dada la subida de precios: “Esto no puede seguir así, no sé hasta cuando vamos a aguantar”. A este camionero cada litro de combustible le cuesta ahora 40 céntimos más caro, por lo que “ya no llego como antes a fin de mes, supone una gran diferencia y el problema está en que tampoco se lo puedes repercutir a nadie, especialmente cuando eres autónomo”, explica. Ferreiro entiende que suban otros precios junto a la gasolina pero en algunos casos también repercute sobre ellos: “Los alojamientos, el menú que comemos cada día, ya subieron. Hay quien lo podrá soportar pero otros tendrán dificultades para continuar”, afirma. Augura que si la huelga no da resultado, continuará repitiéndose. Jesús Fernández “Hacemos jornadas de 15 horas y solo corremos riesgos” Jesús Fernández ve “complicado” que llegue a haber una huelga, tanto a nivel provincial como nacional porque el sector está poco unido. “Llevamos mucho tiempo reivindicando que se hagan cambios, no solo en el precio de los carburantes y no hay manera”, lamenta. Para este camionero lo peor son “las condiciones laborales a las que nos atenemos”. Se pregunta quién puede aceptar jornadas laborales de 15 horas como hacen ellos, “por no hablar de los riesgos que corremos cuando vamos por ahí adelante, nos pueden atracar o robar la mercancía y, ¿quién nos protege?”, cuestiona. Crítica el abandono del gobierno que “mira para otro lado” y así “no hay forma de que el sector del transporte pueda remontar y sea rentable”. José Manuel Seoane “Sin nosotros no se podrá abastecer el consumo en Navidad” Este transportista está dispuesto a unirse al parón llegado el momento, pero al igual que su compañero se muestra poco crédulo: “Dudo que haya, estoy seguro de que se van a echar atrás y por eso están dando más de un mes de margen”, explica. Sin embargo, explica que de llegarse a hacer “va a ser una locura” porque “si paran los transportes va a haber más falta de recursos y sectores como la hostelería van a tener problemas para abastecer el consumo”, indica. Lo mismo ocurre con los regalos de Navidad y las cenas de Nochebuena y Fin de Año. Para este camionero, la solución pasa por que “o bien rebajen los precios o que nos den ayudas”. Además, señala que hay que atender otros problemas: “No es normal que con 65 años estés todavía en un camión”. Jaime Montero “Aunque paremos, ¿qué hacemos con nuestras facturas?” “La gasolina está carísima, para un autónomo es prácticamente misión imposible seguir”, lamenta Jaime Montero mientras pide que le llenen el tanque. En su caso, completar el depósito cada mes puede costarle cerca de 5.000 euros. Apunta a un abandono del Ministerio de Transportes: “Si el gobierno no pone soluciones vamos a seguir igual, nosotros no tenemos más sacrificios que hacer”. Además, señala que en todos los casos la peor parte se la llevan los autónomos porque “las empresas privadas en ningún caso van a parar”. Y aún así, cree que la posibilidad de parar es un arma de doble filo porque “por mucho que no salgamos, tenemos que continuar viviendo y ¿qué hacemos mientras tanto?, las facturas las vamos a tener que pagar igual”. Jorge D. “No ganas, pierdes tu vida en la carretera y sin ver a tu familia” Jorge D. se dedica al transporte de mercancías por carretera desde que tuvo edad para trabajar. Su padre también era camionero. “Él podía ser autónomo pero yo tuve que vender ese tráiler que heredé porque era una ruina” relata. Ahora, “estamos ganando lo mismo que hace 20 años, con la diferencia de que en este tiempo subieron muchísimo los precios”, lamenta Jorge. Reconoce que la situación le obliga a “vivir al día” y que “es triste que perdiendo tu vida en las carreteras, sin casi ver a tu familia, ganemos lo poco que ganamos”. La falta de chóferes es “lógica”, dice, “si se tiene en cuenta que de camionero cobras lo mismo que en una fábrica, solo que en esta última puedes ver a tu familia”. Para él, los precios del gasóleo de hoy “son abusivos” y sospecha que “aunque tengamos la sartén cogida por el mango, no va a pasar nada porque llevamos quejándonos diez años y seguimos igual”. El parón tal y como esta planteado es “débil”, señala, porque “lo que deberían hacer no es parar dos días, tendrían que parar 15. Cuando todos nos demos cuenta de lo que supone realmente una estantería vacía en un supermercado, lo tomaremos de otra manera. La comida no aparece sola en las estanterías”, opina.