ROBO

Las huellas sustentan una pena en un robo continuado

el inculpado entró a una agencia de viajes, una gasolinera y al interior de un coche que estaba cerrado

El Juzgado de lo Penal 2 condenó a Alejandro G.O. a dos años y tres meses de prisión  por un delito continuado de robo con fuerza, teniendo en cuenta una atenuante de drogadicción. La sentencia considera probado que sustrajo 25 euros, un peluche y un móvil en el interior estacionado en la calle Mateo de Prado el 16 de agosto del pasado año. Esa misma madrugada entró en la gasolinera Reza para apoderarse de 500 euros en efectivo, seis botellas de alcohol, cuatro litros de cerveza y unas gafas de sol. Además, según recoge el fallo, provocó desperfectos al entrar en una agencia de viajes de la calle Paseo dos días antes de los anteriores robos. En este negocio, fracturó el cristal de la puerta de entrada.

Las huellas dactilares del inculpado halladas por la policía en el cristal de la agencia de viajes, tal como razona la jueza, "permite considerar plenamente probada la comisión de los hechos delictivos".

La sentencia también considera probado el robo con fuerza en la gasolinera porque fue la única persona que entró al local desde que se cerró al público. El inculpado admitió que había ido allí de madrugada pero que no forzó la persiana ya que ya estaba ya levantada. Pero, según razona la magistrada, "si las cámaras solo reflejan la entrada en esa noche de una sola persona, esa persona necesariamente tiene que ser el acusado", recordando, además, que la alarma solo salto en una ocasión. Sin olvidar, que apareció una huella dactilar del inculpado en la parte exterior de la persiana.

Asimismo, le imputa el robo en el interior del coche porque dentro de la gasolinera apareció una bolsa que contenía objetos que fueron reconocidos por la propietaria del vehículo.  En esa misma bolsa, había una botella de cerveza en la que quedó otra huella del inculpado. 

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