Carlos P.N. fue condenado a un delito de coacción y maltrato al reconocer que había acosado a su expareja en dos ocasiones y que la agredió en una de ellas.
Carlos P.N. fue condenado a un delito de coacción y maltrato al reconocer que había acosado a su expareja en dos ocasiones y que la agredió en una de ellas. Tras haber reconocido los hechos, al acusado se le prohibió acercarse a la denunciante a una distancia inferior de 300 metros durante un período de dos años.