Un matrimonio de jubilados, residentes en San Salvador de Mourisco (Paderne de Allariz), se quedaron ayer sin casa al incendiarse la vivienda, una planta baja y un piso. Las llamas se declararon sobre las siete de la tarde y, además de la casa, afectaron a tres 'palleiras' o cobertizos, llegando a amenazar con propagarse al resto de viviendas del pueblo.
En ese momento, los dueños no se encontraban en su domicilio, pero el ruido de la explosión de la caldera de la calefacción los alarmó, tanto a ellos como al resto de vecinos. El matrimonio corrió hacia la casa pero al llegar ya la encontró en llamas. Los vecinos acudieron con cubos de agua y mangueras, al tiempo que alertaban a los bomberos de la ciudad, que no pudieron hacer nada por salvar lo que había de valor en la vivienda, que los afectados habían rehabilitado hace unos años.
La virulencia que alcanzaron las llamas obligó a los bomberos a utilizar un gancho de hierro para retirar cuatro bombonas de gas que estaban en uno de los cobertizos para evitar que explotaran.
Los bomberos de la ciudad acudieron con tres coches motobomba y los del parque de San Cibrao con otro, dando por controlado el fuego pasadas las ocho de la tarde.
El incendio llenó de humo buena parte de las viviendas del pueblo, según el alcalde, José Manuel Fernández. Por ello, 'vamos a mantener un retén de emergencia toda la noche por si alguna persona sufre una intoxicación', explicó el regidor. De hecho, sobre las nueve de la noche era desalojado un vecino ante el humo que se acumuló en su casa.
Mientras, el matrimonio afectado, que no tiene hijos, fue trasladado por un familiar, residente en el pueblo, a un piso de la ciudad. 'Están muy nerviosos y hay que calmarlos, deben alejarse de aquí', dijo el alcalde.
La virulencia que alcanzaron las llamas obligó a los bomberos a utilizar un gancho de hierro para retirar cuatro bombonas de gas que estaban en uno de los cobertizos para evitar que explotaran.
Los bomberos de la ciudad acudieron con tres coches motobomba y los del parque de San Cibrao con otro, dando por controlado el fuego pasadas las ocho de la tarde.
El incendio llenó de humo buena parte de las viviendas del pueblo, según el alcalde, José Manuel Fernández. Por ello, 'vamos a mantener un retén de emergencia toda la noche por si alguna persona sufre una intoxicación', explicó el regidor. De hecho, sobre las nueve de la noche era desalojado un vecino ante el humo que se acumuló en su casa.
Mientras, el matrimonio afectado, que no tiene hijos, fue trasladado por un familiar, residente en el pueblo, a un piso de la ciudad. 'Están muy nerviosos y hay que calmarlos, deben alejarse de aquí', dijo el alcalde.
