Los pequeños incendios proliferan por la provincia favorecidos por las altas temperaturas del fin del invierno
Un incendio calcinó 24,5 hectáreas de monte, de las que cuatro eran arbolado, en Espiñeira (O Irixo). Las llamas se declararon a las cinco de la madrugada de ayer, obligando a intervenir a siete brigadas, otros tantos coches motobomba y una pala. El fuego quedó controlado a media mañana de ayer.
Pero no fue este el único fuego, dado que los efectivos de extinción, tres brigadas, dos motobombas y la Brigada de Refuerzo de Laza (Brif), se concentraron en la tarde de ayer en Castro Escuadro (Maceda) para combatir las llamas que afectaron a más de ocho hectáreas de monte bajo y arbolado.
El fuego se inició sobre las cuatro de la tarde en una zona de abundante maleza y se propagó con rapidez por una ladera. Los efectivos daban por controlado el incendio sobre las 16.00 horas.
Otras cuatro brigadas y los propios trabajadores de la Brif, junto con un helicóptero de la base de Toén, apagaron otro incendio que se declaró a media mañana en Carracedo da Serra, en A Gudiña, afectando a más de seis hectáreas de monte.
Durante la jornada del miércoles, los efectivos de Medio Rural sofocaron fuegos en Mandín (Verín), en O Covelo (Melón) y en O Trigal (Carballeda de Valdeorras).
