Incendios en Estados Unidos, luna roja en el cielo ourensano

Vista de la llamada "luna azul", este domingo en Ourense. BRAIS LORENZO
photo_camera La luna llena brilla con tonos rojizos en la noche de anteayer, en Ourense. (Brais Lorenzo)
Los restos de polvo y ceniza de bosques norteamericanos se desplazan sobre el Océano Atlántico hasta llegar a Ourense, provocando el enrojecimiento lunar de estos días

Si en las últimas noches ha notado que la luna llena adquiría un tono rojizo, no se asuste. No se trata de la llegada del apocalipsis, ni de un eclipse lunar no anunciado. La responsabilidad de este raro fenómeno recae en sucesos a los que, por desgracia, los gallegos están acostumbrados: los incendios forestales. Concretamente, fuegos generados en los Estados Unidos.

¿Cómo es posible que estas catástrofes medioambientales producidas en suelo americano tengan efecto en Ourense?  Susana Bayo, meteoróloga de Telemiño, explica que “en los últimos días una especie de bruma cubrió la ciudad; proviene de una masa de aire que arrastra el polvo, las partículas de masa forestal quemada en Estados Unidos”. Los vientos del Oeste que azotan constantemente el territorio gallego “han hecho que estas cenizas, este polvo, recorriese miles de kilómetros y atravesasen el Océano Atlántico”, indica Bayo. 

Este polvo en suspensión es el culpable de que la luna se tornase de color rojo. “El efecto de la luz difuminada por estas partículas generó este efecto en los días de luna llena”, señala la meteoróloga, una situación que no es habitual. Susana Bayo comenta que “cuando llega aire con polvo subsahariano, no vemos esta luna rojiza; en cambio, cuando la luz choca contra restos de biomasa, el efecto de dispersión hace que predomine este color”. 

 

La luz choca con los restos de biomasa suspendidos en el aire y el efecto de dispersión genera el color rojizo

Al contrario de lo que puede parecer, la presencia de estos restos forestales en el ambiente no supone un riesgo para la salud en esta ocasión. “Hay un límite que establece si la calidad del aire es dañina o no para la salud, en esta ocasión las consecuencias son puramente visuales”, comenta Susana Bayo, quien añade que “si hubiese peligro, se avisaría y se tomarían medidas de protección, como pasa en el sur de la península”. 

Paralelismo con Ourense

Para que una gran cantidad de partículas se desplace hasta distintos puntos del globo por el efecto de las corrientes de aire, la cantidad de incendios y la magnitud de los mismos son factores clave. “En Estados Unidos hay una gran cantidad de incendios activos que envían sus cenizas a la atmosfera, provocados por las altas temperaturas, y el polvo no se diluye fácilmente”, relata Bayo. La meteoróloga explica que en Galicia se dio una situación similar “con los grandes incendios de otoño de 2017, cuando las masas de aire desplazaron el humo a distintos territorios”. Opina que “esos días sí que no se debería haber salido de casa por la calidad del aire”.

Los efectos de este fenómeno desaparecerán en los próximos días. Susana Bayo indica que “dejarán de notarse el viernes, el fin de semana ya no habrá presencia de restos americanos en el aire”. Las borrascas que se aproximan ayudarán a disipar el polvo del ambiente. 

No obstante, el fuego sigue activo en Estados Unidos. Aunque la luna deje de brillar con tonos rojos las próximas noches, las condiciones meteorológicas podrían provocar que este efecto se produzca de nuevo mientras los incendios continúen. “El humo y la ceniza se irán por el momento, pero las previsiones podrían cambiar”, remata Bayo.

Drama en California por el descontrol de los fuegos

El fuego continúa arrasando terreno en los Estados Unidos. California es una de las zonas más afectadas, principalmente debido al azote del incendio conocido como “Dixie”, que por el momento es el segundo más grande de la historia del estado. Este incendio ha quemado casi 300.000 hectáreas en casi un mes y medio activo, ya que se generó el 14 de julio. No se trata del único en el estado de la “West Coast”: otros 10 fuegos continúan activos, con “Caldor” descontrolado y 50.000 hectáreas quemadas. Ambas catástrofes han arrasado pueblos enteros, como las localidades de Greenville o Grizzly Flats, donde apenas quedaron edificios en pie. Hay casi 40.000 personas evacuadas de sus hogares en todo el estado. Los incendios contra los que todavía se está luchando acumulan más de medio millón de hectáreas consumidas en California.

Incendio forestal masivo en colinas de California, Estados Unidos. (John Mabanglo)

Incendio forestal masivo en colinas de California, Estados Unidos. (John Mabanglo)

La situación en otros estados no es mucho mejor. Montana, Idaho y Washington son los que más incendios activos acumulan, con 22, 20 y 17 fuegos respectivamente. Las previsiones no son muy esperanzadoras: se espera que los grandes incendios continúen durante por lo menos un mes. La sequía extrema y los récords de temperaturas, motivados por el cambio climático, son los responsables de una situación que ya ha quemado más de un millón de hectáreas este verano.

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