La cercanía a las casas obligó a decretar alertas de nivel 1 en A Merca, Paderne de Allariz y Maside en una tarde angustiosa

Tres incendios queman viviendas y obligan a desalojar ancianos y niños

Vecinos de Pereiro de Aguiar, angustiados por las llamas. (Foto: MIGUEL ÁNGEL)
Vecinos de A Merca, Paderne de Allariz y Maside vivieron ayer momentos de gran tensión y angustia por culpa de los incendios forestales que proliferaron por toda la provincia.
En A Merca, la proximidad de las llamas obligó a desalojar por precaución a 58 niños del centro escolar y a los casi 30 ancianos de la residencia San Pedro. En este mismo concello, un jefe de brigada resultó con quemaduras de segundo grado en las manos, por lo que fue trasladado al centro médico vigués Povisa, aunque su estado no revestía gravedad. El alcalde, Manuel Velo, también tuvo que ser atendido por un ataque de ansiedad ante la magnitud y virulencia del fuego.

En A Merca, las llamas comenzaron sobre las 13, 40 horas y calcinaron cuatro viviendas, una de ellas habitada. La proximidad al núcleo de población obligó a la Xunta a decretar el nivel 1 de alerta, al igual que sucedió poco después en Paderne de Allariz y Maside, puntos distantes del anterior. La conselleira de Medio Rural, Rosa Quintana, visitaba por la tarde los lugares más afectados y su departamento hacía una estimación provisional de al menos 300 hectáreas ardidas sólo en este incendio de A Merca, que llegó también al Concello de Allariz, desplazado por el viento. Aquí se acercó a los núcleos de San Vitoiro y Castro de San Mamede, así como As Cruces y Celeiros. Francisco García, alcalde de este municipio, mostraba su preocupación por que 'a velocidade que tiña o lume era espantosa', afectando a pajares abandonados y alpendres.

La angustia por la proximidad de las llamas al núcleo de As Carballizas (parroquia de Solbeira) se vivió también en Paderne de Allariz, donde su alcalde, José Manuel Fernández, destacaba que el fuego se inició sobre las tres de la tarde 'en tres puntos distintos' y se aproximó a las viviendas, aunque no llegó a ninguna. 'Estivo a cousa bastante fastidiada', concluyó. El incendio, que calcinó unas 200 hectáreas, afectó también al Concello de Pereiro de Aguiar, en donde se vivieron también momentos de gran angustia por la cercanía de las llamas a las localidades de Reboredo y Vilarchao, en donde quedaron calcinados varios alpendres. Este fuego se consideraba controlado ayer a última hora de la tarde.

MASIDE, MEZQUITA, LOBIOS,...

Asimismo, los vecinos de la parroquia de Garabás (Maside) vivieron ayer una tarde dramática por las mismas razones que los anteriores. El incendio, que comenzó minutos después de las cuatro de la tarde, llevó a decretar la alerta 1, que se desactivó a última hora.

Pero el fuego tampoco cesó en otro extremo de la provincia. Se reavivó el de Pereiro, en A Mezquita, y obligó a cortar la autovía A-52 durante media hora. Además, se aproximó a la carretera N-525 y a la vía del tren, sobrepasando el humo estas vías de comunicación. Aunque Renfe previó un transporte alternativo por autobús, finalmente no fue necesario.

A última hora de la tarde de ayer, la Xunta daba por controlado otro incendio más que afectó a unas 40 hectáreas en Vilardecervos (Vilardevós), municipio donde por la mañana quedó extinguido el de Vilarello (106 hectáreas). También hubo fuegos en la parroquia de Tameirón (A Gudiña), donde se quemaron hasta 120 hectáreas de superficie, en Texós (Baltar), A Derrasa (cerca de las instalaciones del club Santo Domingo, en Pereiro de Aguiar), San Paio (Lobios) y Seoane Vello (Montederramo), entre otros.

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