Los nueve detenidos en el marco de la redada antidroga desarrollada este fin de semana en la costa del Alentejo (Portugal), entre ellos dos cambadeses y un ourensano -con identidades E.G.Z., O.A.L. y S.P.V.-, se encuentran ya en prisión preventiva, al igual que los otros seis arrestados restantes, oriundos del país luso, tras ser interrogados en el Tribunal Central de Instrução Criminal de Lisboa.
Estos nueve 'narcos', interceptados en el marco de la llamada operación policial denominada en Portugal 'Lacerta Lepida' , fueron apresados en la madrugada del sábado mediante un amplio despliegue de agentes en el que perdió la vida de forma accidental otro supuesto traficante ourensano, Lino Freire Díaz, que habría fallecido cuando intentaba huir al resultar atrapado por las hélices de la planeadora en la que iban.
Durante el operativo, que aún sigue abierto al buscar la Policia Judiciària portuguesa a, al menos, otras dos personas posiblemente españolas que se dieron a la fuga, las fuerzas aéreas del país vecino persiguieron durante 11 horas y media la lancha de los traficantes, desde Marruecos hasta Portugal, siendo finalmente aprehendidos 2.800 kilos de hachís -ocultos en 90 fardos- cuyo destino último sería su venta en España.
Parte de los integrantes de esta red de tráfico de droga luso-gallega -también hubo detenciones de ciudadanos portugueses en tierra-, fueron sorprendidos en el cauce del río Mira -región del Alentejo-, cerca de la población de Vila Nova de Mil Fontes (Portugal), por efectivos del grupo de élite de la Policía Judiciária del país luso.
Fuentes de este cuerpo policial indicaron a La Región que, en el momento del abordaje a la lancha, el narco ourensano fallecido perdió el equilibrio y cayó sobre sus hélices, sufriendo un corte de consideración en una pierna del que no pudo recuperarse, pese a que fue 'inmediatamente' auxiliado y rescatado. Murió, al poco, en el centro de salud del municipio luso de Odemira.
En la rueda de prensa organizada ayer en Lisboa para dar cuenta de los pormenores del operativo, en cuya investigación participaron también Vigilancia Aduanera y el Equipo de Delincuencia Organizada y Antidrogas de la Guardia Civil de Pontevedra, además de la Marina y la Fuerza Aérea portuguesa, trascendió que los agentes llevaban detrás de los narcos desde hace más de un año. Esta redada antidroga permitió impedir la llegada al mercado negro español de un alijo cuyo beneficio ilícito podría reportar más de nueve millones de euros a los traficantes. Al parecer, la lancha utilizada en el operativo policial, que ahora se encuentra bajo la custodia de las autoridades lusas, fue transportada antes de la intervención de los agentes al sur de Portugal en un camión para recoger la droga.
LAS PRIMERAS PESQUISAS
La investigación para esclarecer este entramado ilícito se inició, según recoge un comunicado del instituto armado, tras tener constancia la Guardia Civil y Aduanas de varias 'reuniones' de personas vinculadas al narcotráfico. Tras las primeras pesquisas y, después de detectar que tenían contactos en Portugal, las autoridades españolas contactaron con las lusas, iniciándose el dispositivo que derivó en los nueve arrestos y en la muerte del narco ourensano.
Durante el operativo, que aún sigue abierto al buscar la Policia Judiciària portuguesa a, al menos, otras dos personas posiblemente españolas que se dieron a la fuga, las fuerzas aéreas del país vecino persiguieron durante 11 horas y media la lancha de los traficantes, desde Marruecos hasta Portugal, siendo finalmente aprehendidos 2.800 kilos de hachís -ocultos en 90 fardos- cuyo destino último sería su venta en España.
Parte de los integrantes de esta red de tráfico de droga luso-gallega -también hubo detenciones de ciudadanos portugueses en tierra-, fueron sorprendidos en el cauce del río Mira -región del Alentejo-, cerca de la población de Vila Nova de Mil Fontes (Portugal), por efectivos del grupo de élite de la Policía Judiciária del país luso.
Fuentes de este cuerpo policial indicaron a La Región que, en el momento del abordaje a la lancha, el narco ourensano fallecido perdió el equilibrio y cayó sobre sus hélices, sufriendo un corte de consideración en una pierna del que no pudo recuperarse, pese a que fue 'inmediatamente' auxiliado y rescatado. Murió, al poco, en el centro de salud del municipio luso de Odemira.
En la rueda de prensa organizada ayer en Lisboa para dar cuenta de los pormenores del operativo, en cuya investigación participaron también Vigilancia Aduanera y el Equipo de Delincuencia Organizada y Antidrogas de la Guardia Civil de Pontevedra, además de la Marina y la Fuerza Aérea portuguesa, trascendió que los agentes llevaban detrás de los narcos desde hace más de un año. Esta redada antidroga permitió impedir la llegada al mercado negro español de un alijo cuyo beneficio ilícito podría reportar más de nueve millones de euros a los traficantes. Al parecer, la lancha utilizada en el operativo policial, que ahora se encuentra bajo la custodia de las autoridades lusas, fue transportada antes de la intervención de los agentes al sur de Portugal en un camión para recoger la droga.
LAS PRIMERAS PESQUISAS
La investigación para esclarecer este entramado ilícito se inició, según recoge un comunicado del instituto armado, tras tener constancia la Guardia Civil y Aduanas de varias 'reuniones' de personas vinculadas al narcotráfico. Tras las primeras pesquisas y, después de detectar que tenían contactos en Portugal, las autoridades españolas contactaron con las lusas, iniciándose el dispositivo que derivó en los nueve arrestos y en la muerte del narco ourensano.
