Jácome afila la guadaña: mupis, últimas víctimas

photo_camera El Concello de Ourense culminará esta semana la retirada de un centenar de "mupis" de las calles de la ciudad  
El alcalde tilda de “histórico” el derribo de los mupis, que se suman a las víctimas de una gestión que se está caracterizando por destruir y no construir: cultura, Molinera, bolardos o subvenciones, ejemplos claros de los más de dos años de mandato

El alcalde de Ourense, Gonzalo Pérez Jácome, convocó este lunes a los medios de comunicación en la confluencia del Parque de San Lázaro y la rúa do Paseo para escenificar lo que considera otro de sus logros en este mandato, la retirada de más de un centenar de mupis de las calles de la ciudad. “Esto es histórico, seremos la primera ciudad de España sin mupis. Simbolizan el feísmo urbanístico por excelencia y la contrapartida económica era ridícula (más de 110.000 euros anuales)”, llegó a decir el regidor ourensano sobre el adiós a estos soportes publicitarios, la última víctima de una larga lista de elementos e iniciativas que ha sepultado desde que accedió a la Alcaldía en junio de 2019 mientras sus grandes promesas de infraestructuras y proyectos continúan en el cajón.

En una “performance” similar a la de ayer, Jácome anunciaba en febrero del año pasado la bajada permanente de los bolardos pensados para controlar el acceso de vehículos al Casco Vello, una medida tomada sin que existiese un sistema alternativo de vigilancia y que ha provocado un notable incremento del tráfico en la zona histórica, sin una solución todavía a la vista pese al tiempo transcurrido.

Tampoco ha dejado títere con cabeza en materia cultural, algo de lo que se jactó todavía ayer al ser preguntado sobre la falta de actividades en la ciudad. “Tenía razón con la pandemia, pero ya vimos lo de la Miteu, que la demanda no era muy grande, iban 100 o 150 personas a espectáculos gratuitos. Si hay que pagar, a lo mejor van 15. Pero los grandes espectáculos no tocan hasta que pase el covid”, dijo un Jácome que dio la orden de desprenderse del Festival de Cine, dejar sin ayudas a festivales como el Pórtico del Paraíso o no programar nada en el Auditorio Municipal, que se ha quedado apenas para plenos y graduaciones.

 

Las actividades culturales, los bolardos o La Molinera están en la lista de “destrucciones” llevadas a cabo por el alcalde

No se ha salvado de la guadaña del alcalde tampoco un centro consolidado como La Molinera, donde quiere ubicar un centro de inteligencia artificial para el que ni siquiera es capaz de encontrar ingenieros, eliminando iniciativas como el aula CeMIT. En el ámbito de la innovación, Jácome también se jactó de perder una subvención para un proyecto tecnológico con Red.es, mientras que en materia policial, la oficina de denuncias de A Ponte pasó también a mejor vida. Amagó, asimismo, con aparcar la participación de Ourense en el programa VioGen para proteger a mujeres maltratadas, aunque finalmente reculó.

Las cabinas telefónicas, los soportes para bicicletas del extinto servicio de préstamo o el fotomatón junto a la comisaría de la Policía Nacional son otros elementos en la lista de Jácome para ser eliminados, dando continuidad así a una labor destructora que contrasta con la falta de avances en desarrollar proyectos de enjundia en una ciudad con una larga lista de necesidades.

Críticas

El portavoz de Ciudadanos, José Araújo, criticó ayer la retirada de los mupis, “ya que supone perder más de 500.000 euros en un mandato”, lamentando que el alcalde “lo anuncie tan alegremente, ya que implica que se pierdan puestos de trabajo”. El edil naranja se pregunta “quién se encargará ahora del mantenimiento de las marquesinas o la recogida de pilas”.

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