Juez de violencia de género

Jaime Parra Español: ‘Hay denuncias que te ponen los pelos de punta y luego dicen que no ha pasado nada’

Pablo Araújo Parra, en su despacho del Juzgado de Instrucción número. (Foto: Pablo Araújo)
El juez que vio nacer al juzgado de violencia, Jaime Parra, prepara su traslado a Santander. Deja un juzgado ‘en recuperación’ aunque continúa reivindicando, una vez más, la necesidad de uno específico en esta materia.
Jaime Parra empezó su andadura en Ourense prácticamente al mismo tiempo que el entonces Juzgado mixto número 5 -actual Instrucción 3- asumía los asuntos de violencia de género. Por eso, en estos tres últimos años su nombre ha estado siempre estrechamente ligado a la lucha contra la violencia machista y su labor -y la de su juzgado- reconocida e incluso distinguida con el Premio Clara Campoamor. Ahora, Jaime Parra se prepara para dejar Ourense e instalarse en Santander, donde asumirá las riendas de un juzgado de instrucción.

¿Por qué ha decidido cambiar de juzgado y de ciudad? Es una decisión meditada, hacía días que pensábamos que el juzgado en el que estamos ahora no es para estar muchos años porque quema bastante. Es un juzgado en el que, aunque estoy encantado aquí, te llevas a casa muchos problemas, es muy absorbente. Entonces miramos la decisión de ir cambiando y nos decidimos por Santander porque es una ciudad bonita y el juzgado está bastante bien.

¿Cómo ha sido su experiencia en Ourense? Han sido tres años muy bonitos. Yo he aprendido muchísimo, he adquirido mucha experiencia y he estado tres años aquí feliz pero yo creo que llega un momento en que hay que cambiar y dejar paso a gente que venga con más ganas e ideas.

Compaginar asuntos de violencia con otros propios de la instrucción ha situado al juzgado al borde del colapso en alguna ocasión. ¿En qué situación queda ahora? Regular, está en recuperación. Desde hace unos meses nos pusieron un refuerzo doble, vinieron dos personas más a trabajar aquí y se está notando muchísimo, se está trabajando muy bien y el juzgado se está recuperando y a ver... Si se mantiene este refuerzo el trabajo puede salir adelante, quiero decir, el juzgado está mal pero no está hundido. El problema es si hay voluntad de que el juzgado salga adelante. Si la hay, saldrá adelante.

Con este refuerzo, ¿no es necesaria ya la creación de un juzgado exclusivo de violencia de género? El juzgado siempre es necesario. Mi última petición antes de irme es que lo creen. Creo que ahora hay una cierta voluntad política de crearlo, por fin estoy viendo algún movimiento favorable. Y creo que es necesario, porque hay volumen de trabajo suficiente para su creación y, desde luego, sería la solución para que este juzgado no se colapsara de todo.

De su trayectoria en este juz gado, ¿qué caso le ha impactado más? Muchos casos, tengo muchos en la cabeza, de los que me acuerdo muchos días e incluso ha habido unos cuantos que me han quitado el sueño y me preocupan especialmente por el peligro. A veces te equivocas, gente que pensaba que no era peligrosa y luego ha demostrado que tenía un cierto peligro y gente que yo pensaba que podía ser peligrosa y luego no ha habido ningún problema más... La gente tampoco ayuda, aquí me engañan todos los días, por lo menos una de las dos partes, porque son versiones totalmente contradictorias, por eso son decisiones muy complicadas.

El arrepentimiento de las víctimas, ¿dificulta su labor? Completamente. En muchas ocasiones hay parte de lesiones, testigos... pero en otras no hay más que su declaración y, si la víctima no quiere declarar, se queda en nada.

¿Qué evolución ha tenido la violencia de género? En cuanto a denuncias, más o menos igual; el año pasado hubo unos 530 casos. En cuanto a arrepentimientos, también. Lo que he notado es que ha bajado el quebrantamiento de las medidas, ahí sí que creo que ha influido que la Policía detiene, el fiscal acusa y aquí se le envía a prisión.

¿Cuál es el principal problema en esta materia? En cuanto a medios, la falta de psicólogo, de la oficina de atención a las víctimas, de juzgado específico y, en ocasiones, también de medios policiales. A nivel del juzgado, la falta de medios es el mayor problema. Luego, en lo que es la anatomía de los malos tratos, el problema en muchas ocasiones viene de las mujeres. Muchas mujeres que han denunciado, han retirado, han denunciado, han retirado... y esos casos son los más peligrosos. Hubo uno de lesiones muy graves en el que la mujer quiere visitar al hombre en prisión. Cuando salga, volverán a estar juntos.

¿Falta conciencia de la gravedad del problema? No sé si el problema es que un psicólogo tenía que intervenir ahí para hacerle ver a la mujer que es peligroso. Hay muchas mujeres que han venido con denuncias que las oyes y te ponen los pelos de punta y luego la retiran y aquí no ha pasado nada. Muchas de ellas siguen adelante aunque la mujer no quiera y sabiendo que muchas están condenadas al fracaso (absoluciones). Hay un caso ahora que nos preocupa muchísimo, el chico tenía órdenes de alejamiento y ahora están viviendo los dos juntos y la Policía los está buscando.

¿Qué más se puede hacer ante situaciones como ésa? Yo creo que nada. El chico tiene órdenes de alejamiento, incluso de la ciudad, y varios procedimientos por quebrantamientos, su familia ha estado aquí... pero ahora están fugados. No podemos hacer nada, o la coge un psicólogo y ella se da cuenta o si pasa algo la sociedad dirá que la Ley es insuficiente, que la Policía no actúa o que los jueces actuamos mal...¿Pero qué vamos a hacer ahí? Hay veces que la labor es imposible, aunque pongas todos los medios que tienes a tu alcance. O veces que no quieren denunciar. A mí una señora que vino con una costilla rota me dijo que se había caído de la cama y ‘usted no se meta en mi matrimonio’ y, según algún informe, llevaba maltratada más de 40 años.

¿Cómo se puede mejorar? No lo sé. En estos casos, para evitar que pueda ocurrir una muerte lo único que se me ocurre es o un psicólogo que les haga ver a las mujeres que esto no puede ser así o bien alejarlos forzosamente. Es complicado, a veces te vas a casa y piensas ¿saldremos mañana todos en el periódico porque la ha matado?

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