Jorge Fernández (Ourense, 1959) estará mañana en el foro La Región para hablar de su experiencia como cirujano plástico. Acaba de publicar Siempre mujer.
Puso en marcha la Unidad de Reconstrucción Mamaria Inmediata en el hospital La Paz, de Madrid, con el propósito de aportar una visión positiva al trauma que supone para una mujer perder un pecho como consecuencia del cáncer de mama. Este ourensano, experto en reconstrucción plástica, ha trasladado la idea a la sanidad privada (en Sanitas), que cuenta desde marzo de 2007 con el certificado de unidad de referencia nacional.
Presenta mañana en Ourense su libro Siempre Mujer (Lunwerg-Planeta, 2008). ¿Qué es lo que cuenta en el mismo?
Siempre es una aspecto negativo abordar un tema tan complejo como el cáncer de mama y sus consecuencias para las mujeres que pasan por esta enfermedad. Lo que he intentado es aportar una visión positiva; es decir, en vez de hablar de lo que quitamos, prefiero hablar de lo que reconstruimos, así de sencillo. Hay que hacer, en definitiva, un regalo a la mujer dentro de lo negativo, esto le ayuda mucho.
Su trabajo es pionero en España, y es el creador de la Unidad Funcional de Reconstrucción Mamaria, primero en el hospital La Paz, de Madrid, y después en la sanidad privada, en Sanitas, y en el hospital de Santa Cristina. ¿En qué consiste?
Sí, sí, allá donde desempeño mi trabajo intento llevar esta unidad y ponerla en marcha. Para concretar, una vez que se ha detectado el cáncer, un equipo de cirujanos en colaboración con médicos oncólogos miran si es susceptible de que la mujer pase por quirófano. Una vez dentro, mientras los médicos quitan la mama afectada (por explicarlo de una forma sencilla) los cirujanos plásticos ajustamos la sana para que queden idénticas, y no exista diferencia en su fisionomía. Es decir, durante una intervención, en el mismo tiempo, hacemos dos operaciones.
¿Cómo viven las mujeres los días previos a su intervención?
Cuando le contamos lo que vamos a hacer salen de la consulta con otra cara, muy distinta a la que muestran antes de entrar al quirófano... Entran hechas polvo, porque es parte de su identidad, porque una mutilación de este tipo es muy difícil para ellas.
¿A qué tipo de mujeres nos estamos refiriendo?
Hay que recordar que una de cada diez mujeres pueden padecer cáncer de mama durante su vida. Desde los 20 años hasta los 80 son susceptibles de padecerlo; están amenazadas prácticamente durante toda su vida, y eso es una enorme carga. Por tanto, nuestro trabajo es ofrecerles esa posibilidad para seguir viviendo, y eso sólo se puede llamar esperanza, esa es la clave.
¿Qué papel desempeñan la familia y los amigos?
Lo cierto es que se podría dar la vuelta a la pregunta. La mujer es el centro de la familia y cuando la mujer está mal, los familiares también o los amigos. Todos notan esta situación a su alrededor.
¿Qué eficacia tiene este operación?
Cuando inauguramos la Unidad de Reconstrucción en el hospital La Paz, no se hacía esta intervención en ningún sitio más. Cuando yo estaba, la eficacia ascendía al 80%, con una media de 100 mujeres al año. Ahora, en Sanitas, recuperamos al cien por cien de las pacientes. Por tanto, la diferencia es abismal.
En el caso de España, ¿en qué nivel nos encontramos con respecto a otros paíes de Europa, o con Estados Unidos?
Aquí, se hacen reconstrucciones en muy pocos sitios. Precisamente uno de los objetivos de mi libro es traducirlo a otros idiomas para que conozcan nuestro trabajo en estas unidades de reconstrucción.
Presenta mañana en Ourense su libro Siempre Mujer (Lunwerg-Planeta, 2008). ¿Qué es lo que cuenta en el mismo?
Siempre es una aspecto negativo abordar un tema tan complejo como el cáncer de mama y sus consecuencias para las mujeres que pasan por esta enfermedad. Lo que he intentado es aportar una visión positiva; es decir, en vez de hablar de lo que quitamos, prefiero hablar de lo que reconstruimos, así de sencillo. Hay que hacer, en definitiva, un regalo a la mujer dentro de lo negativo, esto le ayuda mucho.
Su trabajo es pionero en España, y es el creador de la Unidad Funcional de Reconstrucción Mamaria, primero en el hospital La Paz, de Madrid, y después en la sanidad privada, en Sanitas, y en el hospital de Santa Cristina. ¿En qué consiste?
Sí, sí, allá donde desempeño mi trabajo intento llevar esta unidad y ponerla en marcha. Para concretar, una vez que se ha detectado el cáncer, un equipo de cirujanos en colaboración con médicos oncólogos miran si es susceptible de que la mujer pase por quirófano. Una vez dentro, mientras los médicos quitan la mama afectada (por explicarlo de una forma sencilla) los cirujanos plásticos ajustamos la sana para que queden idénticas, y no exista diferencia en su fisionomía. Es decir, durante una intervención, en el mismo tiempo, hacemos dos operaciones.
¿Cómo viven las mujeres los días previos a su intervención?
Cuando le contamos lo que vamos a hacer salen de la consulta con otra cara, muy distinta a la que muestran antes de entrar al quirófano... Entran hechas polvo, porque es parte de su identidad, porque una mutilación de este tipo es muy difícil para ellas.
¿A qué tipo de mujeres nos estamos refiriendo?
Hay que recordar que una de cada diez mujeres pueden padecer cáncer de mama durante su vida. Desde los 20 años hasta los 80 son susceptibles de padecerlo; están amenazadas prácticamente durante toda su vida, y eso es una enorme carga. Por tanto, nuestro trabajo es ofrecerles esa posibilidad para seguir viviendo, y eso sólo se puede llamar esperanza, esa es la clave.
¿Qué papel desempeñan la familia y los amigos?
Lo cierto es que se podría dar la vuelta a la pregunta. La mujer es el centro de la familia y cuando la mujer está mal, los familiares también o los amigos. Todos notan esta situación a su alrededor.
¿Qué eficacia tiene este operación?
Cuando inauguramos la Unidad de Reconstrucción en el hospital La Paz, no se hacía esta intervención en ningún sitio más. Cuando yo estaba, la eficacia ascendía al 80%, con una media de 100 mujeres al año. Ahora, en Sanitas, recuperamos al cien por cien de las pacientes. Por tanto, la diferencia es abismal.
En el caso de España, ¿en qué nivel nos encontramos con respecto a otros paíes de Europa, o con Estados Unidos?
Aquí, se hacen reconstrucciones en muy pocos sitios. Precisamente uno de los objetivos de mi libro es traducirlo a otros idiomas para que conozcan nuestro trabajo en estas unidades de reconstrucción.
