Calabazas, espíritus y monstruos plagaron las calles de la ciudad durante el Día del Samaín, que comenzó de tarde y que se alargó hasta la llegada de la noche más terrorífica del año, donde no faltó la diversión y la música.
Ourense
El Casco Vello más terrorífico
Como del escenario de una película de terror se tratase, las calles de Ourense se plagaron durante la tarde y noche de ayer de monstruos, espíritus, brujas y zombies dispuestos a disfrutar del Samaín.
Desde primera hora de la tarde, los más pequenos tuvieron la oportunidad de divertirse en los diversos talleres relacionados con la festividad, desde elaboración de chapas hasta maquillaje terrorífico, además del tradicional desfile por la zona del casco viejo. Así, la praza Saco e Arce acogió una actividad de vacío de calabazas, donde los niños pudieron llevarse a casa las creaciones que realizaron con ayuda de los monitores. En la praza da Imprenta, pequeños y mayores disfrutaron de una representación teatral interactiva que mostró el origen de la tradición del Samaín. En la praza Manuel Sueiro, por su parte, se llevaron a cabo dos actividades creativas, una de maquillaje terrorífico y otra de elaboración de chapas. Por su parte, la Praza de Abastos acogió durante toda la tarde la exposición de los más de 200 trabajos presentados a su concurso de calabazas. La muestra se podrá visitar hasta finales de la próxima semana.
A partir de las siete de la tarde, las luces de las calles de la zona vieja se apagaron para que los viandantes disfrutasen del desfile de Samaín, ambientado musicalmente por la AOFT Gomes Mouro. Desde la praza da Imprenta, la comitiva de brujas, espíritus, monstruos y zombies salió hacia la praza Maior, caracterizada para la ocasión, donde pudieron bailar con la animación del grupo musical Uxía Lambona e a Banda Molona. Horas más tarde comenzó la pinchada Samaín para adultos en la misma plaza, fiesta que se alargó hasta bien entrada la madrugada de la noche más terrorífica del año.
